ETA ha remitido una carta al presidente de la patronal navarra en la que le anuncia que queda «cancelada» la extorsión a los empresarios como consecuencia de alto el fuego declarado el pasado 10 de enero.
José Antonio Sarría, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), ha informado de la misiva en una conferencia de prensa en la que ha señalado que desde el pasado mes de octubre no le consta que ningún empresario navarro haya recibido cartas de ETA reclamando dinero.
Según ha precisado, la carta, que ha declinado mostrar por ser «privada», llegó a la sede de la Confederación el pasado martes, día 26, dirigida a él.
«En ella se nos solicitaba que pusiéramos en conocimiento de los empresarios, en particular, y de la sociedad, en general, que la exigencia del pago del impuesto revolucionario, como ellos le llaman, ha quedado cancelado».
Y añade la misiva que esto «debe tomarse como una consecuencia del alto el fuego permanente y de carácter general en vigor desde el día 10 de enero».
El presidente de los empresarios navarros ha destacado además que ETA explica que se dirige a él «teniendo en cuenta la fuerza e influencia del sector social» que preside y deja en sus manos «la decisión de hacer pública o no» la misma, «como ha hecho esta asociación en otras ocasiones».
Y al respecto Sarría ha precisado que la CEN «siempre, siempre, ha hecho públicas las cartas de extorsión, incluso cuando parecía políticamente incorrecto» y había quienes sostenían que ETA no las estaba enviando; por eso ahora, «del mismo modo, se ha decidido hacer pública también ésta, con un contenido sensiblemente mejor».
Antes de darla a conocer a la opinión pública, ha puntualizado, se ha comprobado por los medios habituales la autenticidad de la misma y se ha notificado su contenido a la delegada del Gobierno en Navarra.
Tras comentar que la CEN se ha tomado esta carta «muy en serio», como también «las otras», José Antonio Sarría ha recomendado en todo caso ser «prudentes y pacientes» dado que a lo largo de la historia de ETA la banda ha reanudado su actividad terrorista tantas veces como ha cesado en la misma y por lo tanto «el tiempo nos dirá».
Por último, tras indicar que no le constan misivas anteriores de estas características, Sarría ha pedido a ETA que «quede igualmente cancelada» la «lacra» que sufren pequeños empresarios de distintas localidades navarras por medio de «pintadas, peticiones de participar monetariamente en colectas, amenazas, etcétera, etcétera», para que «sin temor» puedan trabajar por la creación de riqueza en esas zonas.
La banda terrorista ha estado durante décadas amenazando a los empresarios y cobrándoles lo que siempre se ha conocido como «el impuesto revolucionario» a cambio de no actuar contra ellos. Ahora que están intentando tener presencia en las elecciones e insisten en demostrar su voluntad de alargar infinitamente el alto al fuego y negociar el fin del terrorismo, envían esta misiva.