Hoy comienza en Palma el juicio por el derrumbamiento del hotel Son Moll en diciembre de 2008, que causó la muerte de cuatro obreros, y por el que siete personas se sientan en el banquillo acusadas de delitos que comportan penas de hasta 4 años de cárcel.
El suceso ocurrió el 16 de diciembre de 2008 en el citado hotel de la localidad mallorquina de Cala Rajada, que estaba siendo rehabilitado, y otros cuatro operarios resultaron heridos por el colapso de parte de la estructura.
La Fiscalía acusa en su escrito a seis personas -la acusación particular a una más-, que son el director de la obra, Arturo Antonio V.; el coordinador de seguridad, Jose Luis P.; el gerente de la contratista principal, Bartolomé E.; el integrante de esta última constructora Rafael Sancho F.; el jefe de obra, Juan B., y el arquitecto estructurista Bernat Pere N.
Pide 4 años de cárcel para los cinco primeros por los delitos de homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores, así como 2 años y 6 meses para el sexto por el delito de homicidio imprudente.
Asimismo, reclama a los acusados -y subsidiariamente a aseguradoras y a sus empresas- un total de 199.109 euros en concepto de responsabilidad civil para los familiares de algunos de los fallecidos -en otros casos ya se llegó a un acuerdo económico con las familias- y para los heridos.
El escrito del fiscal relata que el derrumbe parcial del hotel se produjo por varios factores, entre ellos la «absoluta falta de valoración y planificación» de la obra por los acusados Antonio V., Jose Luis P. y Bernat Pere N., y la «ausencia de una adecuada dirección de obra y dirección de ejecución, así como vigilancia de la seguridad» por parte de Antonio V. y Jose Luis P., respectivamente.
También se produjo una «deficiente y no adecuada ejecución ni control del desarrollo de la obra y de las condiciones de seguridad» por Bartolomé E., Juan B. y Rafael Sancho F., con el fin, según el fiscal, de conseguir acabar las obras antes del plazo fijado.
Durante los trabajos de rehabilitación, indica el escrito, se hicieron ilegalmente dos huecos en muros de carga y se ampliaron otros dos, lo que debilitó la superficie de apoyo.
Ello, unido a que se colocaron elementos encima del muro de carga que pesaban, provocó el derrumbamiento de la fachada norte del hotel.
El juicio comenzará en la Audiencia de Palma, que habilitará una sala para que el Juzgado de lo Penal acoja la vista. Será a partir de las 9.30 horas y se alargará toda la semana en sesión de mañana.