El fenómeno ‘Living Room’ o fiestas organizadas en casa se encuentra actualmente en pleno auge en Madrid debido a la crisis económica y a la Ley Antitabaco, lo que está provocando un notable deterioro de la convivencia vecinal por los ruidos y molestias que genera.
Ésta es una de las conclusiones a la que ha llegado la asociación de empresarios de ocio nocturno de la Comunidad ‘Noche Madrid’ en su análisis de las repercusiones negativas que ha tenido para su sector la Ley Antitabaco, que estos días cumple medio año en vigor.
La entidad empresarial calcula que en los seis meses desde la entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco, el sector ha perdido en la región entre 300 y 500 millones de euros.
La prohibición absoluta de fumar en entornos cerrados ha hecho que grupos de amigos y familiares decidan abandonar las celebraciones, acontecimientos o fiestas en establecimientos de ocio preparados para tal fin y pasar a organizarlos en los propios domicilios, que no estén preparados ni insonorizados para albergarlos.
Esta práctica engloba desde las típicas fiestas de comida, bebida y altavoces musicales, hasta otras donde participan amigos tocando la guitarra, grupetes de música o se instalan karaokes caseros. Las más sofisticadas contratan hasta la comida y un grupo de animación o una pequeña banda musical para amenizar el evento.
A esta práctica se la denomina ‘Living room’ y es muy frecuente en el centro y norte de Europa, debido fundamentalmente a que soportan condiciones atmosféricas adversas durante gran parte del año. Mientras, en los países mediterráneos y, sobre todo España, la práctica habitual es disfrutar del ocio y del tiempo libre fuera de casa: en bares, restaurantes, terrazas o al aire libre, dependiendo de la época del año.
«El hogar se está convirtiendo en el centro de atracción de la vida social», ha indicado el presidente de la asociación, Pedro Serrano. Además, cada vez está más de moda el formato de las viviendas ‘loft’ o sin paredes, lo que favorece este tipo de celebraciones caseras.
Por ello, y según datos proporcionados a Europa Press por un portavoz de ‘Noche Madrid’, sólo con datos de 2010, aumentaron un 1.200 por ciento el número de denuncias a la Policía Municipal por ruidos y molestias provocados por fiestas en casa, principalmente por la noche.
Igualmente, en el primer trimestre de este año aumentó un 62 por ciento el número de denuncias ciudadanos por ruidos y molestias en la calle. Y es que la patronal del ocio nocturno madrileño se queja de que otra de las repercusiones de la Ley Antitabaco ha sido el incremento del ruido en las calles, del botellón y de la presencia de ‘lateros’, ya que la gente sale con mucha más frecuencia de sus locales para fumar que antes, cuando estaba permitido hacerlo dentro.
Caída del 50% en los locales de música en vivo
Por otro lado, otra de las consecuencias que achacan a los empresarios a la Ley es el agravamiento de la crisis que, según sus datos, se ha cebado especialmente en el ocio nocturno y en algunos establecimientos, como los que ofrecen música en directo. En este sentido, estiman que el circuito de monólogos, música en vivo y actuaciones culturales en la región ha perdido un 50 por ciento.
«Antes, cuando los conciertos terminaban, la gran mayoría de la gente se quedaba en el local. Ahora, se van y la sesión que comienza tiene que partir de cero. En un plazo muy corto, a la vuelta del verano, ya veremos cuántas puertas de este tipo de establecimiento tendrá que cerrar», ha señalado el presidente de la Noche en Vivo, Darío González.
Igualdad en las terrazas
Otro de los debates abiertos en la crisis que vive el sector es la flexibilización de la apertura de terrazas. ‘Noche Madrid’ critica que el Ayuntamiento de Madrid no les permita colocar terrazas en salas, cafés teatros y bares de música en directo que cuestan con un vestíbulo acústico, teniendo en cuenta que son espacios que están separados en el local con dobles puertas.
«Es un agravio comparativo respecto al resto de establecimientos y es paradójico que los únicos locales adaptados para el ocio nocturno sean los únicos que no puedan tener terraza donde la gente salga a fumar un cigarro. Nunca hemos pretendido que estas terrazas tuvieran música ni creemos que la deban tener, pero sí el derecho de disponer de este espacio», ha subrayado un representante de la asociación.
Por ello, ha anunciado la presentación de una recurso contencioso-administrativo para reclamar la posibilidad de que este tipo de salas puedan contar con terraza, en las mismas condiciones y horarios y cumplimiento de la normativa que el resto porque consideran que éstas «son un atractivo turístico y una forma de poder remontar algo la crisis».
Estrella Digital/EP