El PP aguarda un día más, y ya son cinco desde su procesamiento en la llamada «causa de los trajes» del caso Gürtel, el primer paso del president de la Generalitat, Francisco Camps, ante su inmediato futuro político y judicial mientras crece la preocupación en el partido por las consecuencias de su actitud.
Tampoco este martes ha habido agenda oficial del jefe del Consell y el único miembro de su Gobierno que ha querido atender a los periodistas ha sido el conseller de Justicia, Jorge Cabré, quien no ve personalmente «ningún motivo» para que Camps deba dimitir.
«Radicalmente digo que no», ha insistido, mientras que sobre la posibilidad de que el presidente acepte el pago de la multa para evitar el juicio oral, Cabré ha especificado que esto «es una cuestión que atañe a Camps y a sus abogados».
En su defensa ha salido también el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien ve a Camps «claramente inocente» en esta causa y ha dicho que «sigue siendo el mismo hoy que la semana pasada», para añadir que el presidente «tiene derecho a preparar y a articular su defensa».
Entre las filas «populares» se revela que Camps mantiene un contacto casi fluido con integrantes de la dirección nacional antes de tomar una decisión sobre la estrategia de defensa que pondrá en marcha.
Fuentes de la plana mayor del PP han informado de que estos contactos se han extendido a varios integrantes de la dirección -Ana Mato, entre ellos-, y aunque no lo confirman desde el entorno de Rajoy, las citadas fuentes indican que «lo más seguro» es que efectivamente también haya hablado con él.
Dictado el auto que le procesa en la «causa de los trajes» y demás prendas de vestir que supuestamente le habrían regalado cabecillas de la trama, al presidente valenciano se le presentan varias opciones: asumir que va a juicio, que se celebraría en octubre o en noviembre, o reconocerse culpable y pagar la sanción económica estipulada.
Lo que más preocupa ahora mismo en la dirección nacional del PP son las «muy negativas consecuencias» que generaría que Camps se enroque y se decante por ir a juicio convencido de que terminará absuelto.
Las fuentes no dudan que el presidente es inocente, pero no quieren, bajo ningún concepto, que el presidente valenciano se siente en el banquillo.
La portavoz del grupo popular del Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dejado entrever la posibilidad de que haya en su partido alguna decisión en relación con la situación de Camps.
Ante la pregunta de si cree que éste debe dimitir, la dirigente del PP ha señalado que lo que este martes tocaba era celebrar esa reunión en el Congreso sobre el programa electoral.
«Este es un asunto importante al que el partido da la máxima prioridad; desde luego, el presidente de nuestro partido tiene mucho interés en este programa y en esta decisión, como en otras decisiones que en su momento se comunicarán», se ha limitado a señalar sin aclarar el alcance de esas decisiones a las que se ha referido.
Por su parte, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha dicho que espera que Camps tome la decisión «más acertada posible sobre su futuro».
Por contra, el coordinador general de IU, Cayo Lara, ha señalado que si Rajoy quiere tener «un mínimo de credibilidad en el futuro» como candidato a laPresidencia del Gobierno, debería «limpiar el armario» en la Comunitat Valenciana «de cadáveres y trajes».
En Valencia, según Lara, siempre que viene está «obligado a hablar» de Camps porque cada vez que visita esta autonomía «el cadáver en el armario huele peor, a juzgar por los acontecimientos que se van produciendo».
Para el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, Camps y Rajoy están generando, con el silencio que mantienen respecto al procesamiento del primero, una situación «muy extraña», mientras que la portavoz adjunta de Compromís en Les Corts Mónica Oltra ha advertido de que si Camps decide pagar la multa para evitar el juicio estará admitiendo que es «un delincuente».