El líder del PP, Mariano Rajoy, ha tildado este miércoles al Gobierno de «crepuscular» y ha acusado a José Luis Rodríguez Zapatero de gobernar ahora con los «focos apagados», de modo que todo el país está paralizado y del Ejecutivo ya sólo cabe esperar la fecha de las elecciones. En el debate sobre los acuerdos de la Cumbre europea de la semana pasada, con los que se trazó el camino para un segundo rescate financiero de Grecia, Rajoy ha dejado claro que para él esta etapa de la legislatura es «un epílogo» con lo «malo» que pueden aportar los epílogos: que todo está «paralizado».
«Lo malo de los epílogos es que, como heraldos de un cambio de escenario, paralizan todas las actividades del país hasta que se produzca ese cambio», ha proclamado antes de destacar: «Hay situaciones que cuanto más breves sean, mejor parecen». La crisis, según el líder de los populares, sigue golpeando a España -de hecho, como ha recordado, la prima de riesgo está por encima de los 340 puntos con respecto al bono alemán- y no se puede esperar ya del Gobierno decisiones valientes o efectivas, sino al contrario. «Este Gobierno está sumido en la nostalgia del que no se espera más novedad que la fecha de las elecciones», ha sentenciado.
Ha añadido: «Zapatero, que disfrutó de un Gobierno en el cuarto creciente, está conociendo los sinsabores de gobernar en el cuarto menguante, cuando se desvanecen los discursos, se apagan los focos y se regatean los aplausos porque el público tiene prisa y se impacienta». El líder del PP ha comenzado su intervención con frases de su intervención de abril de 2010, cuando en el Congreso se debatió la articulación del primer rescate de Grecia, con el fin de demostrar a la Cámara que lo que dijo entonces, igual o más valía tiene ahora.
Su partido apoyó el primer rescate y lo mismo hace con el segundo, por un lado por solidaridad con los helenos, pero sobre todo por fortalecer el euro, la «principal apuesta económica» de España, en opinión de Rajoy. Para él, las circunstancias de hace un año no se han paliado, sino que se han agravado: cuando se concertó el primer rescate la prima de riesgo estaba en los 77 puntos, ahora está en los alrededores de los 340, lo que supone que a España tiene que financiarse con un sobrecoste de 29.500 millones de euros.
Turbulencias «pasajeras»
Rajoy ha reconocido que le gustaría pensar que estas turbulencias serán «pasajeras», pero ha apelado a la prudencia, en especial por la nula capacidad del Gobierno para completar las medidas necesarias para la revitalización económica. España, según el líder del PP, está «en la enfermería de la zona euro» al lado de países como Grecia, Irlanda, Portugal e Italia, y está ahí por la gestión de Zapatero y unos planes de estímulo que se han revelado «flores marchitas».
«No hemos caído en el pelotón de los desafortunados por casualidad, sino es fruto del empecinamiento sostenido, como el del jugador que para recuperar lo perdido apuesta y apuesta hasta que no le queda nada», ha ilustrado. Es conveniente, a su juicio, que en España se aprenda del «mal ajeno» de Grecia, porque ahora el país «no es un buen ejemplo para nadie» y no se puede «presumir de nada» ni «envanecerse» por las «fórmulas corteses» que las naciones poderosas de la UE dedican al Gobierno de Zapatero por los esfuerzos efectuados.
Rajoy ve otro panorama: «Nos han calificado en ese grupo de países en los que todo es mohína y el mérito es nuestro, bueno, de ustedes -ha dicho en alusión a los miembros del Gobierno y a los diputados de PSOE-«.
Estrella Digital/Efe