El consumo de alcohol incrementa el riesgo de padecer un golpe de calor debido a su efecto vasodilatador y porque hace más difícil que el organismo de la persona que está bajo sus efectos ponga en marcha el mecanismo que alerta sobre el aumento de la temperatura corporal, según advierten los expertos.
Un hombre de 50 años ha muerto este miércoles en Murcia a causa de un golpe de calor y se estudia otro caso en un varón de 36, también fallecido en la misma comunidad autónoma. Con estos fallecimientos se pone de manifiesto el peligro de sufrir una muerte por golpe de calor a causa de las altas temperaturas.
Ambas muertes se han producido en la región de Murcia donde este miércoles se ha activado el nivel uno por riesgo de calor (nivel amarillo). Esta categoría de alerta, establecida por el Servicio de Temperaturas y Niveles de Riesgo del Ministerio de Sanidad, se pone en marcha cuando en los siguientes cinco días se superan durante uno o dos días los umbrales de 38º de temperatura máxima y 22º de mínima.
Diversas fuentes han apuntado a que el joven de 36 años, cuya muerte se está estudiando, podría haber sido causada por un golpe de calor empeorado por la ingesta de alcohol. Sobre ello la doctora Casado señala «que el alcohol hace que el cuerpo humano no regule correctamente la temperatura. Además tiene un efecto vasodilator que descontrola la perdida de hidratación, y que nos dificulta poner en marcha el estado de alerta ante este aumento de la temperatura».
Debe prestarse especial cuidado a grupos que son más sensible a padecer estos golpes de calor como ancianos niños y embarazadas. De este modo la coordinadora de Urgencias de Atención Primaria de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Senfyc), la doctora Alba Riesgo explica, «que muchos ancianos, al perder la capacidad de sudar, no permiten que el cuerpo refrigere el aumento de la temperatura corporal, y sean más sensibles a los golpes de calor».
El golpe de calor, también conocido como hipertermia, es el resultado de una repentina subida de la temperatura corporal que provoca un mal funcionamiento del organismo.
Como explica la vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la doctora Paloma Casado, «podemos considerar que nos encontramos en situación de riesgo cuando la temperatura corporal supera, a causa de las altas temperatura, los 38º centígrados».
«Los principales síntomas de esta patología son un estado general de cansancio, debilidad, mareos, vómitos o calambres. En el caso de encontrarnos ante este tipo de síntomas debemos evitar la fuente de calor y desplazarnos hacia una sombra o un lugar fresco», explica la experta.
Casado recomienda hidratar bien el cuerpo mojando la piel para lograr disminuir la temperatura corporal, beber abundante agua, despojarnos de la ropa, y colocarnos en lugares frescos fuera de la fuente de calor.
Entre las consecuencias de sufrir un edema cerebral se encuentra la muerte, si el golpe de calor es lo suficientemente fuerte como para afectar determinantemente el sistema biológico. Entre otras consecuencias se encuentran los daños en el riñón o desgarramientos musculares.
Ambas doctoras coinciden en la importancia de detectar los síntomas de un golpe de calor, dado que de este modo podrá evitare rápidamente sufrirlo y las consecuencias para el organismo serán mínimas si se cogen a tiempo.
Estrella Digital/EP