Los usuarios de Rodalies de Renfe viven con paciencia y resignación las primeras horas del corte del servicio de trenes con acceso a la estación de Sants de Barcelona.
Desde primera hora de la mañana de este jueves, decenas de informadores reciben a los usuarios en la estación de L’Hospitalet, donde finaliza el servicio, que se mantendrá interrumpido durante 24 días, debido a las obras de cobertura de las vías en Sants. Antes de validar el billete, los informadores preguntan a los usuarios su destino y les asesoran sobre cómo llegar.
Una de las usuarias, Ángela, lamentaba esta mañana que su trayecto diario se alargue en más de 45 minutos cada día. «Vengo de Sant Feliu de Llobregat y tengo que ir al centro de Barcelona. Cada día saldré de casa una hora antes para no hacer tarde. Es un inconveniente más que hay que añadir al hecho de trabajar en agosto», decía de camino al metro.
En el suelo se han dibujado los caminos a los diferentes medios de transporte alternativo. En los accesos al metro también hay informadores y la megafonía del suburbano recuerda los problemas en Rodalies. «Las obras se han de hacer y hay suficiente información pero no deja de ser un gran engorro. Deberían haber buscado alguna otra alternativa», comentaba Alberto, que viaja de Martorell al centro de Barcelona.
Otros de los afectados son los usuarios que esta mañana querían ir a las playas del Maresme desde L’Hospitalet. «Ahora tenemos que ir en Metro hasta el Clot, más de tres cuartos de hora de camino», decía Engracia que pretendía disfrutar con su hijo de un día en la playa de Montgat.
En el interior de los vagones de tren, la megafonía recuerda en tres idiomas el corte del servicio y las alternativas, en función de la línea en la que viaja cada pasajero.
Redacción