La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico (DIA) considera que es «un acierto» la intención de la Dirección General de Tráfico (DGT) de rebajar la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales porque esta regularización «puede ayudar a reducir la siniestralidad».
Según informa la asociación, llevar a cabo esta homogeneización de la velocidad «es una medida acertada para hacer más fácil la normativa y dotar de tranquilidad a la toma de decisiones de los conductores». Asimismo, afirma que esta decisión «reduce las distancias de frenada, facilita el control del vehículo ante cualquier circunstancia peligrosa del tráfico y hace menos virulentos los impactos al acumular los vehículos menos energía».
No obstante, advierte de que la implantación de esta medida «no impide que las administraciones locales, provinciales, autonómicas y la central puedan eludir sus responsabilidades». Por este motivo, defiende que «deben realizarse las tareas de mantenimiento adecuadas y dotar a todas las vías de mayores medidas de seguridad».
«Especialmente, para evitar las salidas de vías mediante guardarraíles que, además, protejan a los conductores y permitan el escape de los peatones; para eliminar los obstáculos y objetos peligrosos en las inmediaciones de las vías; y para colocar separaciones y señalizaciones horizontales complementarias entre los dos sentidos de la circulación en carreteras especialmente peligrosas», ha explicado.
Finalmente, señala que aunque «es legalmente imposible que esta medida sea aprobada y es improbable que ni tan siquiera se discuta en la presente legislatura, apoya a la DGT en la intención de abrir un debate sobre esta medida».