Los equipos de rescate han proseguido durante la mañana del sábado con las tareas de limpieza y supervisión del vertido de más de 30.000 litros de queroseno que este viernes obligó a cerrar la ría coruñesa de O Burgo.
El vertido ocurrió en la noche del jueves al viernes obligó a cerrar la ría al marisqueo, el mismo día en el que se abría la campaña de a flote, para la que cuentan con licencia 44 embarcaciones.
Durante la noche, efectivos de la Consellería de Presidencia estuvieron adecuando las barreras de contención en función de la mareas y desde las once de la mañana se han incorporado a las labores de limpieza en tierra, han informado a Efe fuentes de Xunta.
Junto a ellos, dos embarcaciones de Protección Civil de Oleiros y A Coruña, así como Paio Gómez Charino de la Consellería do Mar -que trabaja junto con una auxiliar- realizan las labores en mar.
Asimismo, 5 efectivos de Gardacostas que controlan las labores de limpieza.
Por su parte, el ayuntamiento de A Coruña mantiene el dispositivo especial de vigilancia que activó ayer en las playas de la ciudad y en la entrada a la ría de O Burgo.
El operativo -formado por ocho miembros de Protección Civil que patrullan la zona en dos embarcaciones y dos automóviles- se encarga de controlar los arenales de Oza y Santa Cristina, ya que son los que se encuentran más próximos al lugar donde se produjo el derrame.
El Gobierno municipal ha decidido continuar con el dispositivo de vigilancia como medida de precaución ya que la bandera amarilla sigue ondeando en las playas de Oza y Santa Cristina.
Los ocho miembros de Protección Civil, que vigilan la zona por tierra y por mar, se encargan de colocar mantas absorbentes en aquellos puntos de la parte externa de la ría donde se pueda observar una mayor concentración de queroseno.
El vertido, de unos 33.000 litros y que ha llegado a la ría a través de la red de alcantarillado del municipio de Culleredo, procedía de un camión aparcado en un área de servicio de la AP-9 y se produjo durante la madrugada.
El conductor del camión había dado la voz de alarma al comprobar que el camión tenía una fuga y denunciado que la pérdida pudo deberse a un «sabotaje» al manipularse la válvula del depósito.
La Xunta activó inmediatamente el plan territorial de contingencias para la contaminación marítima y ha procedido al despliegue de barreras para cercar la mancha contaminante e impedir que se propague por la ría.
El delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, señaló ayer en la zona del vertido que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ya trabajan «con todo su empeño» en tratar de «averiguar quién y por qué ha provocado este daño medioambiental y socioeconómico».
Estrella Digital/Efe