El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha ordenado este miércoles el ingreso en prisión del presunto etarra Urtzi Gainza Salinas, entregado ayer por Francia, por su intervención en 2003 en un tiroteo con la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Álava), en el que murió el etarra Arkaitz Otazua.
Así lo han informado fuentes jurídicas, que han señalado que Gainza también ha comparecido este miércoles ante el juez Pablo Ruz, que ha decretado asimismo su ingreso en prisión por los delitos de colaboración o integración en organización terrorista en otra de las causas que tiene abiertas en el tribunal.
Gainza, nacido en Bilbao el 6 de abril de 1979, se encontraba en una prisión de París desde su detención el 28 de enero de 2006 en el sur de Francia junto a Iñigo Ripoll Estarta, cuando ambos trataban de darse a la fuga tras verse involucrados en un accidente de tráfico.
Huido de la justicia
El presunto etarra había huido de la justicia española en septiembre de 2003 tras intentar, junto a otros tres integrantes del comando «Ezkaurre», asesinar a dos agentes de la Ertzaintza a los que prepararon una encerrona cuando acudían a la llamada de auxilio de un automovilista que supuestamente había sufrido un accidente.
Los ertzainas fueron recibidos con tiros de escopeta recortada y pistolas automáticas en el Alto de Herrera y repelieron la agresión.
En el intercambio de disparos murió el etarra Arkaitz Otazua, mientras que los dos agentes resultaron heridos. Los otros dos miembros del comando, Asier Mardones y Josune Oña, fueron detenidos el 24 de julio de 2004 y posteriormente condenados por estos hechos a 74 años y 69 años de prisión, respectivamente.