domingo, noviembre 24, 2024
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El desfile estrena recorrido que ha evitado escuchar los abucheos

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La Fiesta Nacional este año ha estrenado recorrido y nueva ubicación para la zona presidencial, en un espacio menor y del que el público estaba más alejado, lo que ha permitido que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no escuchara los tradicionales gritos en su contra de los últimos cinco años.

De esta manera, a las autoridades e invitados en las tribunas situadas en la Plaza de Neptuno les han llegado lejanamente los abucheos que algunos asistentes han proferido contra Zapatero, especialmente al finalizar la parada militar, aunque en cualquier caso, de manera mucho más leve a años anteriores. La zona presidencial se ha situado siempre en la Plaza Colón, exceptuando en 2009 y 2010, cuando se trasladó a la Plaza de Lima.

Además, este año el presidente del Gobierno no fue nombrado por megafonía cuando acudió a recibir a pie de coche al Rey y el resto de la Familia Real, a diferencia del año pasado, cuando el pronunciamiento de su nombre por el relator fue seguido de fuertes abucheos. Este año también se han escuchado silbidos y gritos en su contra mientras recibía a los monarcas, cuando su imagen era proyectada en la decena de pantallas situadas en todo el recorrido, pero en la zona de autoridades e invitados se han oído de manera lejana.

Las reprobaciones al presidente en el desfile de 2010 se produjeron incluso en el homenaje a la bandera y a los caídos por España, en el que participan familiares de militares y guardias civiles fallecidos en acto de servicio en el último año. Este año, la megafonía ha pedido respeto al público asistente para los momentos solemnes de la celebración como muestra de «admiración» y «orgullo».

Además, gracias a las pantallas, el público ha podido seguir más de cerca algunos de los actos centrales del desfile, que este año ha discurrido por primera ve entre Atocha y la Plaza de Colón, con una extensión unos 600 metros mayor a la tradicional. Lo que no ha variado es que este año, como en 2010, han desfilado algo más de 3.000 militares, 147 vehículos y 55 medios aéreos.

Críticas a la ubicación

Ese momento dio paso al desfile terrestre y aéreo, que concluyó con las unidades a caballo de la Guardia Real y el Escuadrón de Sables de la Guardia Civil. Algunos militares de alta graduación han criticado la ubicación de la zona presidencial del desfile, con una menor amplitud que ha «deslucido» la parada y, en concreto, han llamado la atención sobre el hecho de que el desfile aéreo ocurriera a espaldas de algunas tribunas.

Una vez finalizara la parada, el Rey se despidió de las autoridades presentes y, tras una charla de breves minutos, abandonó la Plaza de Neptuno en un Rolls Royce. Tras la parada militar, la Familia Real ofrecerá la tradicional recepción a una representación de todos los estamentos de la sociedad. La convalecencia del Rey obligará también aquí a introducir una pequeña modificación en el acto.

Así, sin años anteriores el millar de invitados a la recepción saludaba uno por uno a los miembros de la Familia Real en el Salón del Trono, en esta ocasión la línea de saludos se traslada a la Saleta Gaspartini, más pequeña, y estará previsiblemente limitada a los representantes de los poderes del Estado. Tras este reducido besamanos, el Rey, como el resto de miembros de su familia, estará presente en el vino español, donde tendrá oportunidad de charlar de manera informal con los invitados.

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