domingo, noviembre 24, 2024
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La candidata número 24

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Las cosas en el PP han cambiado mucho desde hace cuatro años. El chantaje al que fue sometido Mariano Rajoy por parte de Esperanza Aguirre, que tenía el control del sector más rancio del partido, hizo que el presidente popular decidiera aguantar y tirar hacia adelante con compañeros de viaje poco recomendables y dejando en el camino, entre otros, a Alberto Ruiz-Gallardón. En toda regla parecía entonces una victoria de la presidenta del Partido Popular en Madrid. Casi cuatro años después se ha descubierto y comprobado que esa lectura fue un gran, grandísimo, error.

En la organización interna del partido y, en la actualidad más reciente, en la confección de las listas Rajoy no ha dado puntada sin hilo. De manera especial, y en lo que se refiere a la candidatura por Madrid, ha sido toda una demostración de poder y, al tiempo de generosidad, para leales, tibios y críticos con su gestión de ahora y antaño.

En este “aviso para navegantes” lo que más repercusión mediática ha tenido ha sido la inclusión de Gallardón en el número cuatro por Madrid, noticia adelantada por Estrella Digital. Pero en la confección de la lista hay que buscar otras derivadas. Una fundamental es que mientras el vicepresidente de la Comunidad de Madrid y presidente del Comité Electoral del PP regional, Ignacio González, decía el pasado jueves por la mañana que no habría reunión de ese órgano, unos minutos más tarde Génova confirmaba el puesto de Gallardón. González y su jefa, Esperanza Aguirre, quedaban ninguneados  por la dirección nacional del partido y, sobre todo, al descubierto: ya no tienen fuerza.

Al contario que hace cuatro años, Rajoy y su equipo de confianza ha optado por controlar la lista de Madrid y consecuentemente con ello ha “cedido” incluir a algunos de los críticos  que en los últimos años ya estaban desactivados. Es el caso de Ignacio Astarloa o Gabriel Elorriaga. En cambio no ha transigido con Gustavo de Arístegui, uno de los más ácidos, junto a Esperanza Aguirre, tras la derrota de 2008. Se queda sin escaño y, poco a poco, sin cometidos en Génova.

En paralelo, el presidente del PP también ha valorado el trabajo callado y poco dado a los grandes titulares del exministro Arias Cañete quien, junto a Gallardón, se perfila como uno de los hombres importantes en el futuro gobierno.

Además de los candidatos elegibles, Rajoy también ha sabido reconocer el trabajo sordo, pero constante, de otros compañeros y compañeras de viaje que han estado a su lado a pesar de los ataques que llegaban de dentro.

Es el caso de Carmen Rodríguez Flores  -mujer leal al PP y a Rajoy- exdiputada popular en la Asamblea de Madrid y víctima del espionaje presuntamente organizado desde la Puerta del Sol. Tuvo la valentía de pedir amparo a Esperanza Aguirre ante ese atentado a su intimidad y, lejos de sentirse apoyada, lo único que encontró fue el desamparo y ser excluida de la candidatura del PP para la Asamblea de Madrid en las últimas elecciones autonómicas. Según ha podido saber Estrella Digital, Rajoy –con el apoyo de María Dolores de Cospedal- ha tenido en cuenta la lealtad demostrada por Rodríguez Flores y forma parte de la lista por Madrid. Seguramente no pasará el corte electoral, pero en estos casos tiene mucho más valor la simbología de “estar” que la de “salir”. 

En eso parece que Mariano Rajoy también tiene sensibilidad y agradecimiento a quienes le han sido leales.

Y la candidata número 24 ha sido un ejemplo de lealtad.

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