domingo, noviembre 24, 2024
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Esperando al niño 7.000 millones

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La población mundial alcanzará los 7.000 millones de personas el próximo 31 de octubre, «un tamaño sin precedentes» que supone «un éxito» porque tenemos vidas más largas y saludables, según un informe del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), que, sin embargo, señala que «persisten las disparidades» en cuanto a las condiciones de vida entre distintos países y dentro de un mismo país.

El estudio ‘El estado de la población mundial 2011’, publicado este miércoles, indica que «no todos se han beneficiado con ese adelanto ni con la más alta calidad de vida que entraña» y que hay diferencias en cuanto a «los derechos y oportunidades de que disponen hombres y mujeres y niños y niñas». Por eso el UNFPA apuesta por «un desarrollo que promueva la igualdad».

De los 7.000 millones de habitantes del mundo, 893 tienen más de 60 años y a mitad de este siglo serán 2.400, mientras que los menores de 25 años representan actualmente el 43 por ciento de la población y en algunos países llegan al 60 por ciento. Otro dato destacable es que una de cada diez personas vive en una ciudad y que dentro de 35 años serán dos de cada tres.

Cada año se suman al menos 80 millones de personas a la población mundial, que dentro de trece años tendrá, previsiblemente, 1.000 millones más. Un informe presentado el pasado mayo por la ONU prevé que en 2050 habrá entre 9.300 y 10.600 millones de personas en el mundo y que al finalizar este siglo se habrán alcanzado los 10.000 millones.

Disminución de la fecundidad

El responsable del Área de Población y Desarrollo de la División Técnica del UNFPA, José Miguel Guzmán Molina, ha afirmado durante la presentación del informe en Madrid que «no hay un problema de espacio en la Tierra» para acoger a las personas que viven en ella.

«El problema son los recursos», por lo que hay que «preservar el equilibrio» entre «la disponibilidad de agua, la producción de alimentos y la generación de energía», por ejemplo mediante «los avances tecnológicos», ha indicado.

Al referirse al problema del cambio climático, Guzmán ha declarado que «hace falta una mirada más global sobre el desarrollo sostenible» porque ya se observan «signos de estrés concretos» en el equilibrio entre recursos y población. «Los recursos y las posibilidades se nos van achicando» y nuestra «capacidad de adaptación» podría alcanzar «un punto de no retorno», ha advertido.

El crecimiento que experimenta la población se debe a factores como el aumento de la esperanza de vida (desde los 48 años a comienzos de los años 50 hasta los 68 en la primera década de este siglo) o el descenso de la mortalidad infantil (de 133 defunciones por cada 1.000 habitantes en los 50 hasta 46 por cada 1.000 en 2005-2010).

También ha tenido una gran importancia la disminución de la fecundidad, de 6 a 2,5 hijos, «en parte por el crecimiento económico y el desarrollo de los países y en parte por factores sociales y culturales y por un mayor acceso de las mujeres a la educación, las oportunidades de obtener ingresos y los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los métodos anticonceptivos», según la UNFPA.

Megaciudades

La situación actual en el ámbito de la población se caracteriza por su «gran diversidad», según ha explicado Guzmán.

Unos países tienen altas tasas de fecundidad y en otros son tan bajas que los gobiernos están considerando maneras de promover el crecimiento de sus poblaciones. Algunos donde hay escasez de mano de obra cubren las vacantes con trabajadores migratorios, mientras que otros refuerzan sus economías con las remesas enviadas por sus ciudadanos que trabajan en el extranjero.

Además, mientras algunos países atraen a grandes cantidades de personas hacia megaciudades en expansión donde hay abundancia de empleo y el costo de la vida es alto, otros experimentan olas de migración desde los centros urbanos hacia zonas periurbanas, donde el costo de la vida puede ser más bajo pero tal vez escaseen los servicios básicos y el empleo, detalla el documento.

El director ejecutivo del UNFPA, Babatunde Osotimehin, destaca en el prólogo que tendencias como la urbanización, la mayor esperanza de vida y el rápido aumento de las poblaciones en edad activa son a la vez «grandes desafíos» y «enormes oportunidades».

El UNFPA recomienda «planificar correctamente y efectuar desde ahora las debidas inversiones en las personas a fin de facultarlas para que efectúen opciones beneficiosas para ellas mismas y para nuestros bienes públicos mundiales».

De esa manera considera que podrá haber «ciudades prósperas y sostenibles, fuerzas laborales que impulsen el crecimiento económico, poblaciones de jóvenes que contribuyan al bienestar de las economías y las sociedades y una generación de ancianos saludables que participen activamente en sus comunidades».

Salud sexual

El informe hace especial hincapié en la necesidad de ofrecer servicios de salud reproductiva a la población, especialmente de planificación familiar, sobre todo en «el mundo en desarrollo, donde el aumento de la población es más acelerado que el crecimiento económico».

«Los gobiernos deben ofrecer los servicios, los suministros y la información que las mujeres necesitan para ejercer sus derechos reproductivos», subraya. Guzmán ha precisado que actualmente hay 215 millones de mujeres que «no pueden decidir sobre su reproducción» porque no tienen acceso a métodos anticonceptivos o no pueden tomar decisiones libremente y ha añadido que es «imprescindible» dedicar recursos a intentar que esa situación cambie.

También ha recomendado invertir en los jóvenes –y por lo tanto, también en «salud y educación»–, una opinión compartida por la presidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal española, Isabel Serrano, que ha apostado por «llamar a la acción» a los jóvenes, que «tienen que participar en el diseño de las políticas» que van dirigidas a ellos.

Respecto al tema de la salud sexual y reproductiva, Serrano ha dicho que «los retos son muchos», y ha mencionado el embarazo adolescente, el matrimonio temprano, el VIH, el acceso desigual a la educación, las trabas para la educación sexual y prácticas perjudiciales para la salud como la mutilación genital femenina.

En este contexto, ha animado a dar a los jóvenes una educación sexual que vaya «mucho más allá» de las prácticas de riesgo en el coito y ha destacado la importancia de las leyes que promueven la mejora de la salud sexual y reproductiva y el fomento de la igualdad entre hombres y mujeres.

Al referirse al fenómeno del envejecimiento de la población, Guzmán ha señalado que las personas mayores tienen unas necesidades sanitarias y económicas especiales y en muchos casos sufren «discriminación y abusos».

«Para que en el futuro tengan unas condiciones adecuadas», hay que invertir ahora en «los jóvenes, incorporándolos al mercado de trabajo para que tengan ingresos y puedan ahorrar para la vejez», ha sugerido. A los países donde ahora los mayores no son muy numerosos, les ha aconsejado que empiecen a crear desde ya estructuras e instituciones para atenderles porque en el futuro aumentarán.

La crisis recorta la ayuda humanitaria

Guzmán ha dicho la crisis económica actual está «poniendo en entredicho el apoyo de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo». Pero «una crisis siempre es temporal», mientras que los «desafíos» a los que nos enfrentamos «son estructurales y de medio y largo plazo», ha añadido.

Itziar Ruiz Castillo, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha recordado que el viernes pasado el Consejo de Ministros autorizó el pago de 12 millones de euros al UNFPA. «Supone un recorte respecto a lo que estábamos contribuyendo antes», pero «el objetivo es cumplir los compromisos firmados» por España y por eso «se ha hecho un grandísimo esfuerzo», ha resaltado.

Estrella Digital/EP

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