A las diez de la mañana de un día cualquiera de diciembre, el centro de Madrid ya está lleno de gente: colas para comprar en la Bruja de Oro, puestecitos de lotería callejera, o los primeros turistas madrugadores. Pero también empiezan su jornada los artistas callejeros: cargados de maquillaje, del disfraz o preparando todo lo necesario para su espectáculo. «Hay que venir pronto para prepararte y que no te quiten el sitio», dice Carlos, una de las estatuas vivientes de la Puerta del Sol.
Entre 100 y 300 euros en un día
Algunos artistas callejeros han contado a ESTRELLA DIGITAL que lo que ganan en un día, «oscila entre 100 y 150 euros», dependiendo de muchos factores, como el tiempo, el lugar donde se sitúan para trabajar o los días de la semana. «Cuando llueve, la gente no tiene ganas de salir de casa. Ganamos lo que nos dan los turistas». Lo mismo pasa con los días de la semana: en festivos y fines de semana, que es cuando los niños no tienen colegio, pueden «recaudar más de lo que se obtiene de lunes a viernes».
También depende de la temática del espectáculo. En la mayoría de los casos, los músicos no obtienen tanto dinero como las estatuas vivientes. Pero los que más recaudan son, sin duda, los que van disfrazados de personajes de dibujos infantiles: el popular ‘Bob Esponja’ o el entrañable ‘Mickey Mouse’.
Peleas por el territorio
El pasado mes de octubre, hubo una pelea entre dos personajes de dibujos animados, y se debía a la territorialidad. Una trabajadora, disfrazada de ‘Dora la exploradora’, se vio agredida por otra mujer, con el disfraz de ‘Minnie Mouse’, porque había ocupado uno de los sitios estratégicos de la Puerta del Sol.
Aunque parece cómico, el asunto es de lo más serio, ya que estas personas son las que más recaudan. Son los ídolos de los niños, y entre fotografías y abrazos, pueden ganar 300 euros en un día. Por eso se sitúan en los lugares que más frecuentan las familias con niños, como el Cortylandia.
Durante todo el año
Aunque trabajan durante todo el año, cuando se acerca la Navidad, la presencia de los artistas callejeros se hace más notoria: las luces festivas, los típicos puestos de la Plaza Mayor y el Cortylandia hace que las familias se acerquen al centro de la capital y disfruten con los más pequeños.
«No molestan, es como si formaran parte de la decoración del centro», dicen Aurelia y Joaquín, unos jubilados que pasan todos los días por la Puerta del Sol. «Sobre todo en Navidad, ellos alegran el día a los nietos».
Un creador de pompas gigantes, un grupo de mariachis, estatuas vivientes y protagonistas de dibujos animados… hay entretenimiento para toda la familia. Y aunque lo neguemos, la realidad es que forman parte del paisaje urbanita madrileño.
Glady de la Cruz