Tras un mes de consultas con Zapatero, Europa, los agentes sociales y las entidades bancarias, el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido ante el Congreso de los Diputados para pedir a la Cámara Baja su confianza para gobernar durante los próximos cuatro años. “Un panorama que no puede ser más sombrío”, con estas pesimistas palabras el dirigente ‘popular’ intentaba preparar a los españoles a una etapa de importantes recortes y arrancaba un discurso de investidura que los socialistas han calificado de “ambiguo y decepcionante” y que IU cree que iba “dirigido a los mercados y a Merkel y no tanto a la Cámara a la que se estaba dirigiendo”.
Mariano Rajoy ha iniciado esta esperada comparecencia recordando a las víctimas del terrorismo y mostrando todo su respeto por al anterior Ejecutivo y su líder, José Luis Rodríguez Zapatero. Palabras amables que el previsible nuevo líder del Ejecutivo ha utilizado de introducción a un discurso en el que tenía previsto anunciar todos los recortes que quiere llevar a cabo y que al final se ha reducido a la insistencia -como ya ha hecho en ocasiones pasadas- de que habrá rebajas. “Rebajas en todas las partidas de gastos”, salvo en las pensiones, que serán revalorizadas a fecha de 1 de enero.
Una intervención de una hora y veinte minutos es lo que el presidente electo ha necesitado para desgranar el proyecto de su nuevo Gobierno. La tijera, la urgencia y la necesidad han armado un discurso “cargado de ambición, de altura de miras y muy realista”, en palabras de su portavoz en el Congreso Alfonso Alonso. Un discurso, en definitiva, con el que el líder del PP no ha pretendido engañar a nadie: “Siempre diré la verdad, aunque duela, sin adornos ni excusas”. Y en el que ha prometido “llamar al pan, pan y al vino, vino”.
Con la dramática cifra del paro, Rajoy ha iniciado su discurso de investidura. Ha asegurado que la lucha contra el desempleo será la prioridad de su Gobierno, porque el número de desempleados supera ya los 5,4 millones de españoles, lo que sitúa la tasa de paro al borde del 23%, al tiempo que se ha comprometido a reducir el déficit en 16.500 millones en 2012.
El dirigente ‘popular’ ha destacado que su programa de Gobierno se centrará en dos puntos fundamentales: frenar la sangría de empleo y crear puestos de trabajo así como resolver el lugar que España ocupa en el mundo. «Propongo que España aproveche la oportunidad: debemos hacer reformas pensando en algo más que en resolver el déficit», ha indicado. Para lograr estos objetivos, el nuevo Gobierno anunciará un primer paquete de medidas urgentes en materia económica y presupuestaria el próximo 30 de diciembre en Consejo de Ministros a través de un decreto-ley.
Después de una larga introducción en la que ha hecho señales a Europa y a la comunidad internacional; y ha apelado a la unidad y a la solidaridad de todos los españoles para salir de la crisis, el presidente electo ha presentado algunas de las medidas que tiene previsto llevar a cabo, no sólo «para obtener beneficios materiales», sino también para volver a recuperar la «confianza» de una sociedad que se ha visto superada por una «dramática» situación económica.
1) Diálogo
El líder del PP ha señalado que quiere que esta sea «la principal característica» de su Gobierno basado en la «transparencia» y en la «acción de todos». En esta línea se aprobará la Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Acceso a la Información Pública en el primer trimestre de 2012.
2) Actualizar pensiones
El futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha comprometido a actualizar las pensiones a partir del próximo 1 de enero de 2012, dando así cumplimiento a uno de sus grandes compromisos electorales. «Este sería el único compromiso que me van a escuchar en el día de hoy de aumento de gasto. El único y exclusivo», ha dicho Rajoy , tras adelantar que presentará el nuevo cuadro macro cuando la Unión Europea presente su prospectiva anual de crecimiento, y después traerá el nuevo techo de gasto a la Cámara.
Con esta base, el Gobierno de Rajoy actualizará el programa de estabilidad y, cuando disponga de los datos definitivos de déficit público, presentará en la Cámara los Presupuestos para 2012 antes del 31 de marzo. «No renunciamos a hacer del presupuesto un instrumento fundamental de la política económica», ha dicho tras asegurar que analizará todas las partidas para asegurar que no se gasta «ni un euro de más» y admitir que no descarta la posibilidad de adoptar en el futuro nuevas medidas presupuestarias.
3) Cambio en el calendario laboral
El líder popular anuncia una medida de racionalización del calendario laboral trasladando los puentes a los lunes «con la excepción de aquellas fechas de mayor arraigo social». De esta manera pretende evitar el absentismo laboral y los paros productivos. Ha justificado la medida para fomentar la eficiencia del mercado de trabajo haciendo compatibles los derechos de los trabajadores con la competitividad de las empresas.
En este sentido, ha incidido en la necesidad de abordar los costes para la economía española suponen los ‘puentes’, en línea con las peticiones de la patronal de empresarios, CEOE.
4) Cambios en el IVA, IRPF e impuesto de Sociedades
Rajoy, realizará cambios en algunas figuras impositivas, aunque aplazará la reforma fiscal «de mayor calado» a cuando mejore la situación económica, según ha adelantado en el Debate de Investidura en el Congreso de los Diputados. En concreto, Rajoy se ha comprometido a modificar el régimen del IVA para que autónomos y pymes no tengan que pagar el impuesto hasta que efectivamente se haya realizado sobre el cobro de las facturas correspondientes.
Además, se mantendrá el tipo superreducido en la adquisición de vivienda, pero solo si se trata de vivienda habitual y con un límite en su precio de adquisición. Asimismo, establecerá un procedimiento de compensación autonómica similar al de la cuenta corriente tributaria para cualquier tipo de deuda reconocida por una administración pública y creará una ayuda fiscal por importe de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador.
En Sociedades, Rajoy se ha comprometido a eliminar las limitaciones existentes en la actualidad para la aplicación del tipo del 20% a las empresas con cifra de negocios inferior a cinco millones de euros. Ampliará hasta los 12 millones de euros la cifra de negocios que permite acogerse al régimen especial previsto para las empresas de reducida dimensión y aumentará hasta 500.000 euros el límite de base imponible al que se aplica el tipo reducido del 25%.
Por otro lado, fijará una exención por modernización de los activos fijos de las empresas, que no tributarán por las plusvalías que obtengan en la venta de sus activos fijos cuando las reinviertan. Además, modificará la fiscalidad de los beneficios no distribuidos, de manera que los dedicados a la adquisición de nuevos activos tributen diez puntos menos que los destinados a ser distribuidos a los accionistas.
En el IRPF, mejorará la tributación de las prestaciones de los planes de pensiones y recuperará la deducción por inversión en vivienda habitual, tal y como ya había anunciado. Según Rajoy, la política tributaria es una «herramienta de primer orden» para impulsar el crecimiento económico, por lo que su Gobierno definirá un marco fiscal de apoyo a los emprendedores, pymes y autónomos, que les permita hacer frente con mayor «facilidad y holgura» a sus obligaciones tributarias.
Algunas de estas medidas se englobarán en la Ley de Apoyo a los Emprendedores que el Gobierno enviará a la Cámara dentro de los próximos tres meses, aunque ha aplazado la reforma fiscal «de mayor calado» al momento en que se retome la senda de crecimiento.
5) Reforma de RTVE
Rajoy, ha anunciado que llevará al Congreso de los Diputados con «carácter inmediato» una reforma del modelo de las televisiones públicas que permita ahorrar gastos y nuevos modelos de gestión. Además, ha anunciado que abordará el diálogo con la oposición para poder renovar el Consejo de Administración de RTVE en un plazo máximo de tres meses.
«Cuando el conjunto de las administraciones están abocadas a la reducción del gasto, es absolutamente prioritario revisar nuestro actual modelo de televisiones públicas. Por ello, les anuncio que, con carácter inmediato, traeremos a esta Cámara la reforma legal necesaria para permitir nuevos modelos de gestión», ha señalado durante su discurso de investidura.
Ha afirmado que abordará «de manera inmediata, en diálogo con la oposición», para el proceso de renovación pendiente en el Consejo de Radio Televisión Española, «a fin de que puedan estar resueltos en el plazo de los próximos tres meses». Actualmente, está pendiente de renovación la presidencia de RTVE, después de la dimisión de Oliart en julio, así como el puesto de otros siete consejeros.
La Ley de la Radiotelevisión pública estatal exige que los miembros del consejo sean elegidos con el apoyo de dos tercios del Parlamento. El actual Consejo de Administración tomó posesión el 15 de enero de 2007 y, según la ley, la mitad de sus 12 miembros deben ser sustituidos cada tres años, por lo que ya se tendría que haber producido la renovación.
En concreto, los vocales que deberían haber abandonado la corporación en enero de 2010 son Jesús Andreu y Manuel Esteve (propuestos por el PP, este último elegido ayer presidente), Mari Cruz Llamazares (PSOE), Josep Manuel Silva (CiU), Francesc Bellmunt (ERC) y Santos Ruesga (UGT).
6) Venta de viviendas en manos de los bancos
El futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que la primera medida en el sector financiero será el saneamiento de los balances, para lo que es necesario la venta de los inmuebles terminados en manos de las entidades financieras. En su discurso de investidura en el Congreso de los Diputados, Rajoy ha insistido en la necesidad de completar la reestructuración del sistema financiero despejando las dudas sobre las valoraciones de determinados activos, especialmente inmobliarios.
Estas dudas «están impidiendo un acceso adecuado de las entidades financieras a los mercados y, a su vez, contaminan la credibilidad de la deuda pública», ha afirmado. Ha indicado además, que para sanear los balances se requiere una valoración muy prudente de los activos menos líquidos, como solares y promociones inmobiliarias sin terminar.
Estas medidas supondrán la asunción de pérdidas latentes u ocultas en los balances, por lo que es inevitable una segunda ola de reestructuraciones, con más fusiones y más necesidades de capital», ha asegurado Rajoy. También ha abogado por un cambio del sistema de regulación del Banco de España, que lo agilice y tecnifique «evitando las indecisiones y bloqueos que lo han caracterizado».
Rajoy prevé impulsar la culminación del proceso de reestructuración en los primeros seis meses del año, como requisito imprescindible para que vuelva a fluir el crédito.
Elsa S. Vejo/Agencias