Los servicios de mantenimiento del Congreso han devuelto este viernes a su emplazamiento original, en el Vestíbulo de Isabel II, el busto del presidente de la II República, Manuel Azaña, que el jueves había sido trasladado a otra estancia parlamentaria. El cambio de ubicación inicial se debió una decisión meramente técnica, que tenía como objetivo despejar el vestíbulo principal por el que entrarán los Reyes en el Congreso el próximo martes para presidir la Apertura Solemne de la X Legislatura.
Así lo han explicado a Europa Press fuentes de la Cámara Baja, que han destacado que el traslado de la efigie de Azaña al vestíbulo de la Segunda Ampliación del Congreso, no la tomó ningún órgano político, tenía carácter «temporal» y la idea era que volviese a lucir frente a la estatua de Isabel II una vez se celebrara el Pleno que presidirán los Reyes.
Además, recuerdan que los preparativos para ese acto han traído consigo el desplazamiento coyuntural de otros elementos decorativos de la parte izquierda del vestíbulo en el que se encuentra la Puerta de la Fachada de los Leones que, como es tradición cuando los Reyes visitan el Congreso, volverá a abrirse el próximo martes.
Ninguna intencionalidad política
Para demostrar que no ha habido ninguna intencionalidad política en el traslado temporal del busto del republicano y evitar cualquier malentendido, los servicios de la Cámara han optado por devolverla a su emplazamiento original.
Durante la tarde del jueves, la estatua del presidente republicano fue desplazada al Vestíbulo de la Segunda Ampliación del Congreso, y colocada justo en el lugar que ocupaba el busto del exministro socialista asesinado por ETA en 2000 Ernest Lluch (estatua que a primera hora de este viernes también ha sido devuelta a su lugar inicial). Estos cambios provocaron la queja del PSOE, que anunció su intención de pedir explicaciones a la Mesa del Congreso por una decisión que no les había sido comunicada.
La secretaria tercera del órgano de gobierno de la Cámara, la socialista Teresa Cunillera, explicó a Europa Press que el asunto no se había tratado en este órgano y, aún admitiendo que el PP, al contar con mayoría absoluta en la Mesa, podía decidir lo que determinara oportuno, protestó porque ni siquiera se les hubiera informado de los cambios que afectaban a las dos estatuas.
El busto de Azaña, donado por Izquierda Republicana, se colocó en el Congreso el pasado 28 de noviembre. El expresidente de la Cámara José Bono quiso darle una relevancia especial por tratarse de un Jefe de Estado y ubicó su efigie en el Vestíbulo principal frente a la de Isabel II. Cuando lo inauguró, Bono ya avisó al PP, aunque sin citarle, de que cambiar la ubicación de la escultura del republicano sería «deshonrar la memoria de la libertad».
Según ha recordó este jueves Cunillera, Bono sí comunicó al resto de los miembros que entonces conformaban la Mesa que colocaría la estatua frente a la de la Reina Isabel II y que, en este momento, nadie puso reparos. Después, ya fuera de la reunión, los ‘populares’ si expresaron su queja sobre el lugar elegido
Redacción