Un mes después de la debacle electoral, y en plena carrera por elegir a un nuevo líder, el PSOE se escinde entre los que hacen autocrítica y los que reivindican la labor del anterior Ejecutivo. La división se ha hecho más patente, si cabe, en estos últimos días, tras la publicación el viernes del documento ‘Yo sí estuve allí’ a favor de la gestión de Rodríguez Zapatero. Una guerra interna de la que el ex presidente no quiere tomar partida.
La difusión de ‘Yo sí estuve allí’ ha sido interpretada como una réplica a ‘Mucho PSOE por hacer’, el manifiesto firmado por una treintena de socialistas entre los que se encuentra Carme Chacón, la ex ministra de Defensa y posible candidata a la Secretaría General.
Sin decir nombres, el nuevo documento lanza una crítica a los que, después de haber formado parte del Gobierno, reniegan ahora de ello: «No sería poco decoroso que quien estuvo allí de manera evidente, y cabe decir entusiasta, aspire ahora a sugerir lo contrario», reza el artículo.
Su publicación este viernes en el periódico ‘El País’ abría la brecha y provocaba una gran polémica en las filas socialistas. Quizá el más crítico haya sido el ex secretario general del PSM y actual diputado por Madrid, Rafael Simancas, quien ha dicho no comprender el contenido o la finalidad de ‘Mucho PSOE por hacer’.
«No acabo de entender la utilidad de esa suerte de adivinanza sobre quién abandonó antes a quién, si los ciudadanos a los socialistas o los socialistas a los ciudadanos. Sobre todo cuando la firman quienes antes firmaron la propuesta de indulto al banquero o el acuerdo antimisiles con Estado Unidos», decía en un artículo de opinión.
Para Simancas, la democracia que tanto reivindica el documento ‘Mucho PSOE por hacer’ se demuestra «al disentir en la mesa de una comisión ejecutiva o un Consejo de Ministros, y no desmarcándose a la carrera el mismo día en que uno se despide del Gobierno». «Acercarse» a los ciudadanos y recuperar «la credibilidad» requiere, a su juicio, «algo más que una frase ingeniosa».
Simancas aprovechaba la ocasión para reafirmarse en el artículo ‘Yo estuve allí’. «A mí Zapatero nunca me nombró nada, pero reclamo respeto por su trabajo», aseguraba.
Ante estas declaraciones, la presidenta del PSM, Delia Blanco, se defendía diciendo que ella «no reniega» de nada de lo que han hecho, «pero eso no significa que no debatamos lo que nos ha pasado».
En la misma línea se situaba el ex ministro y diputado Juan Fernando López Aguilar, uno de los firmantes de ‘Mucho PSOE por hacer’. Para él, sería «un error» de interpretación el entender que dicho manifiesto contiene «una crítica a los gobiernos de Zapatero», porque defender al ex presidente ha sido «una asignatura» en la que «todos» han sacado «matrícula de honor».
«No hay ninguno de nosotros que no se haya dejado la piel defendiendo su tarea de Gobierno en las peores circunstancias imaginables», reiteraba. A su juicio, debatir no es «síntoma de lío», sino una «exigencia democrática». «Se trata de aprender de la experiencia y de esforzarnos todos sin que sobre nadie».
Ante la polémica y la réplica de los otros ex ministros, Carme Chacón también respondía en su ‘Twitter’: «Por favor, ni una descalificación personal, sólo debate de ideas respetuoso y democracia. Eso fortalece al @PSOE».
Siempre hay quien no se moja
La gran sorpresa de esta ‘guerra de manifiestos’ ha sido la postura de Beatriz Corredor, cuya firma ha aparecido en ambos documentos. La ex ministra de Vivienda también ha recurrido a la red social ‘Twitter’ para explicar su posición: «Es sencillo. No son textos contradictorios ni incompatibles. Sólo faltaría que no reconociese lo que ha hecho Zapatero!» escribía.
A su juicio, ‘Mucho por hacer’ habla «del futuro del PSOE», mientras que el otro «reconoce el trabajo hecho por Zapatero», de manera que no hay «contradicción» entre ambos. «Renovarse no implica renegar del pasado, sino adaptarse al futuro mejorando».
Sus aclaraciones no parecían convencer a los internautas, que insistían en preguntar sobre el tema. Corredor respondía diciendo que «el debate desde la autocrítica no es incompatible con la lealtad, más bien al revés» y, más tarde, con otro mensaje aún más contundente: «No estoy en ninguna trinchera ni reniego de nada».
Frente a Corredor, que respalda ambos documentos, otros líderes socialistas no han querido apoyar ninguno de los dos. Es el caso de Jordi Sevilla, quien se ha mostrado en desacuerdo con ambas iniciativas.
«El problema es ‘qué PSOE por hacer y dónde queremos estar mañana’, y no dónde estuvimos ayer o si se queda mucho o poco por hacer. Refocalicemos!», decía también en su ‘Twitter’.
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, destacaba que cualquier documento puede ser «bienvenido» en estos momentos en los que el PSOE tiene que refundarse.
«El congreso tiene que fijar un rumbo y la tripulación que lleve el barco a un buen puerto. Estamos en esa parte del debate y todos los documentos son bienvenidos para trabajar». «No se trata de firmar o no, sino de que cada uno, con libertad, tengamos bien claras las ideas lo que queremos defender», recalcaba.
Se puede compatibilizar
Otros líderes socialistas sí se han posicionado, pero ante los medios han querido restar importancia al asunto y afirmaban que los dos documentos «no se pueden comparar».
Para la ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, la autocrítica de ‘Mucho por hacer’ es necesaria, pero ha de «sustentarse y consolidarse» sobre el legado de Zapatero. «Sobre eso tenemos que construir el futuro».
Rodríguez, que ha firmado el ‘Yo sí estuve allí’, considera que los dos documentos son válidos y legítimos, pero no deben ser motivo de confrontación al ser «totalmente diferentes». «No tienen nada que ver. Esto es un artículo firmado por un colectivo muy concreto. Sólo nos hemos dirigido a nuestros colegas. No son cosas comparables», decía.
A su juicio, la aparición de este tipo de documentos es normal en medio de un proceso «precongresual», por lo que seguramente «habrá muchos más».
El ex secretario de Estado para la UE en funciones, Diego López Garrido, también firmó el ‘Yo sí estuve allí’, pero comparte con Soraya Rodríguez en que no se pueden hacer «comparaciones» entre ambos manifiestos.
Pese a eso, Garrido ha dejado clara su postura y ha reivindicado nuevamente la labor de Zapatero, quien logró, durante sus ocho años de mandato, «avances valiosísimos». «Otros países entraron en programas de rescate durísimos que España ha evitado tomando medidas muy difíciles de adoptar y en una situación económica complejísima», afirmaba.
La única voz que se echa en falta en medio de todo este revuelo es la del propio Zapatero que, por el momento, prefiere guardar silencio. Fuentes de su entorno insisten en que mantendrá esa posición neutral durante todo este proceso, que culminará con la elección de un nuevo secretario general.