La idea de un posible debate entre los dos aspirantes a la Secretaría General del PSOE duró apenas unas horas. Poco después de que Chacón y Rubalcaba dieran su visto bueno a la celebración de un ‘cara a cara’, Marcelino Iglesias frenó sus pretensiones al asegurar que eso restaría protagonismo a los militantes. A su juicio, el Congreso Federal no se puede reducir a una simple confrontación entre los candidatos, y recordó que los estatutos del partido no contemplan la celebración de debates para acceder a la Secretaría General.
La posibilidad de celebrar un ‘cara a cara’ entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba comenzó a abrirse camino el martes, cuando el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, hizo público que había «trasladado a los dos candidatos la invitación para celebrar un debate abierto» con el fin «de que puedan explicar a los militantes sus propuestas y sus ideas».
No obstante, fue el miércoles cuando esa opción se vio más factible, después de que la ex ministra de Defensa tomara la iniciativa y comentara en Cadena SER que estaría «encantada» de debatir con su rival.
Desde su punto de vista, sería más un ‘hombro a hombro’ que un ‘cara a cara’, ya que les unen más cosas de las que les separan. Pero a pesar de compartir algunas ideas, un debate con Rubalcaba sería «bueno», más aún si se hace «en conversación con los militantes».
Nada más escuchar esas palabras por la radio, algunos de los miembros del partido que han apoyado su candidatura salían en defensa de la idea. El ex ministro de Justicia, Francisco Caamaño, coincidió con Chacón en que el debate sería «bueno», no porque pueda suponer «ningún tipo de ventaja» para ella, sino porque sería «un buen ejemplo hacia dentro» del PSOE y también hacia los españoles, que piden a los partidos «más democracia».
No obstante, Caamaño era prudente y decía desconocer si el equipo de la ex ministra había planteado formalmente al de Rubalcaba su deseo de debatir. A su juicio, las palabras de Chacón fueron más bien una respuesta «espontánea» a la pregunta que le estaban formulando que una posición «predefinida».
Los colaboradores del otro candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondían al desafío esa misma mañana al asegurar que el ex vicepresidente estaba «abierto a todo», pero que estaba pendiente de lo que decidiera sobre el asunto la Secretaría de Organización, que dirige Marcelino Iglesias.
Iglesias frena la idea
Finalmente, y según confirmaron fuentes de la dirección federal a Europa Press, Iglesias se dirigió a los dos aspirantes y frenó la idea de un posible debate, argumentando que eso reduciría el 38º Congreso Federal a una simple confrontación entre candidatos y dejaría a los militantes al margen.
Además recordó que en los estatutos del partido no se recoge la celebración de debates entre los distintos aspirantes para este tipo de eventos. Según las mismas fuentes, tanto Rubalcaba como Chacón se mostraron de acuerdo.
Más tarde, el equipo de la ex ministra confirmaba a Europa Press su «respeto» por la decisión de Iglesias, pero quisieron reafirmarse en su posición. Todos ellos mantienen que, cuanta más información tengan los militantes, más elementos de juicio tendrán para decidir.
También se pronunció el Partido Socialista de Madrid (PSM), principal ‘promotor’ de la idea. En un comunicado, la formación de Tomás Gómez señaló que «lamenta» el veredicto de la Ejecutiva Federal y pidió que «se reconsidere la decisión».
«Es una oportunidad de que cada uno de ellos puedan explicar directamente el proyecto de país y de partido que tienen», rezaba la nota. Para conseguir un cambio de opinión por parte de la Ejecutiva Federal, el PSM lanzaba una propuesta concreta: realizar el debate «importando el modelo de encuentros del Partido Socialista Francés», es decir, un ‘cara a cara’ abierto.
Experiencia vs juventud
Con o sin debate, las posiciones entre ambos candidatos parecen estar claramente divididas. Los dos coinciden en algunas ideas, como la celebración de primarias abiertas para elegir al aspirante a la Presidencia, pero su estrategia de cara a recabar apoyos está siendo, por el momento, muy diferente.
Todo comenzó con la ‘guerra de manifiestos’ iniciada con la publicación de ‘Mucho PSOE por hacer’, un documento cargado de autocrítica y que reclamaba una mayor democracia interna. Todavía no se conocían las aspiraciones de Chacón, pero la difusión de ese texto fue interpretada, desde un principio, como una plataforma de apoyo a su candidatura.
En el marco de ese foro de debate, la socialista Cristina Narbona redactó un texto lamentando el poco énfasis que el anterior Ejecutivo había puesto en perseguir la corrupción y el fraude fiscal. Una crítica de la que Rubalcaba se defendió: «Yo sí he combatido la corrupción y buenas broncas me he ganado por eso», decía en una entrevista.
Pero más allá de sus planteamientos, la distancia entre ambos se ve en sus perfiles como candidatos. La propia Chacón hacía este miércoles un guiño a esas diferencias al hablar de su contrincante: tras asegurar que sólo tiene «buenas palabras» para él, comparó su «dilatada y ejemplar trayectoria» con la de otros veteranos dirigentes, como Felipe González. Ella y su proyecto, en cambio, representan «un tiempo nuevo, transformador hacia dentro y que se acerque a los ciudadanos». Es, como muchos miembros del partido han comentado, la experiencia frente a la juventud.
Chacón cree que eso puede favorecerla en un momento en el que son muchas las voces que piden una renovación del partido. A su juicio, podría salir elegida como secretaria general porque hay mucha gente con ganas de comenzar «un tiempo nuevo» y de abrir el partido a la sociedad con «democracia y cercanía».
Para ganarse a esa gente, la ex ministra ha preparado una apretada agenda para las próximas semanas. El jueves, inaugurará en la madrileña sede de Ferraz la página web de su precandidatura, para viajar por la tarde a Sevilla donde mantendrá un acto con militantes. Tras la ciudad andaluza, Chacón se trasladará a Tenerife para presentar allí el documento ‘Mucho PSOE por hacer’, en un acto previsto para el domingo al que acudirá la diputada socialista Patricia Hernández.
En declaraciones a Europa Press, Hernández explicó que Chacón representa «un modelo distinto» al de Rubalcaba. «Nosotros hemos puesto un documento por delante porque las ideas y el debate de los afiliados son imprescindibles. Creemos que la estructura del PSOE no puede seguir como estaba con un modelo de oligarquías. Los militantes tienen mucho que decir», reivindicaba.
Mientras, Rubalcaba organiza también una campaña que ya ha pasado por Andalucía y Cataluña, y que tendrá, como próxima cita, la Comunidad Valenciana. Será un encuentro con militantes en Turia y, para la ocasión, utilizará un formato muy similar al de los actos anteriores. A él asistirá el secretario general del PSPV, Jorge Alarte.
Estrella Digital/EP