«Subo a esta tribuna para defender el decreto ley de medidas económicas de carácter urgente, porque así lo requiere la situación». Con estas palabras arrancaba el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, su intervención ante el Congreso para justificar los recortes y la subida de impuestos propuestos por el Gobierno de Rajoy. El Pleno del Congreso de los Diputados votará este miércoles el decreto ley de medidas urgentes aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 30 de diciembre con las que el Ejecutivo de Mariano prevé reducir con «carácter inmediato» el desequilibrio presupuestario de España en más de un punto porcentual del PIB, ante un déficit público que se situará en el 8% en 2011, dos puntos porcentuales por encima de lo previsto inicialmente.
El discurso del ministro no se ha desviado un ápice de la senda marcada, primero por la vicepresidente, Soraya Sáenz de Santamaría, y después por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la primera entrevista que concedía como presidente del Gobierno en exclusiva a la agencia Efe. No va a comparecer en el Congreso hasta febrero -o eso dijo la portavoz de su Gobierno-, sin embargo, sí quiso este martes «dar la cara» para explicar a la sociedad que sus medidas son «excepcionales porque así la situación lo requiere».
La intervención de Montoro ha ido en la misma línea. «El final del 2011 se caracterizó por 5 millones de parados, consecuencia de la peor crisis económica», recuerda el ministro. Según Montoro, la economía está parada y las finanzas públicas fuertemente deterioradas. Por este motivo, principalmente, y aunque sea «doloroso» -tal y como lamentó Rajoy-, «no nos ha quedado más remedio que tomar estas decisiones», tanto por la caída de ingresos como por las «pésimas decisiones» del Gobierno socialista, que han «agravado la crisis y el paro».
Justificación de la subida de impuestos
«A los pocos días de llegar al Gobierno tuvimos acceso a una información relevante», ha explicado el titular de Hacienda. El incumplimiento de los objetivos comprometidos con el Reino de España, en más de 20.000 millones de euros (desviacion del 6% al 8%), «nos ha obligado a tomar estas medidas». Una desviación, que según el ministro Montoro, el anterior Gobierno conocía «sobradamente» y que no fue capaz de explicar, «ni a la sociedad, ni al Gobierno entrante». «Tuvieron que ser los servicios técnicos los que advertieran de la grave situación del déficit público», ha dicho Montoro. Ante ello, el nuevo Gobierno ha tenido que reaccionar, ha advertido el ministro. «La subida del IRPF y del IBI son medidas excepcionales para un tiempo excepcional; para decir a todos -a la sociedad y a Europa- que el Gobierno de España está comprometido con la correción de déficit público», ha insistido Montoro, quien también ha reconocido que es su responsabilidad.
Para tranquilizar a la Cámara, e imaginamos que también a la sociedad, el ministro ha dicho que pese a haberse visto obligado a plantear una subida de impuestos, ha intentado que fuera de «la manera mas ponderada posible, en términos ecónomicos y sociales». «Ya prometimos que no todos los españoles iban a sufrir las mismas consecuencias», ha explicado Montoro. Es una medida «equilibrada y proporcionada». Según el ministro, se está «pidiendo un sacrificio a quienes pueden hacerlo. España así lo requiere y así lo necesita», ha concluído.
Por contra, ha rechazado tocar el IVA, pues afecta a «las capas sociales más perjudicadas», así como subir impuestos a pymes y autónomos, que deben de ser el «motor» de la salida de la crisis. «Al contrario, estamos examinando cómo mejorar su financiación y tributación» ha asegurado. Además, ha remarcado que cuando se recupere el «el crecimiento creador de empelo, se volverán a bajar los impuestos. Además, ha remarcado que las medias relativas a Dependencia y Renta Básica de Emancipación no perjudican a los actuales beneficiarios y tan sólo «aplazan» la entrad a nuevos prestatarios.
Montoro pide el apoyo a la cámara
En vista de esta mala situación, al nuevo Gobierno no le ha quedado más remedio que pedir el apoyo de la Cámara Baja. «Dejemos las ideologías a un lado para hacer frente a la situación que estamos viviendo». Palabras que han despertado la carcajada del Hemiciclo y que han dejado el camino preparado para la intervención del portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso, quien ha recordado al PP, delante de toda la Cámara, que Rubalcaba, el día del debate de investidura ya le ofreció su apoyo y diálogo al nuevo Ejecutivo en varias materias. Proposición a la que el nuevo Gobierno ha hecho caso omiso, según el socialista. «Ahora nos pide apoyo, pero sin embargo, no ha descolgado ni el teléfono para tratar con nosotros este paquete de medidas, a las que nos oponemos rotundamente», ha dicho Alonso.
Una aclaración que el socialista ha querido hacer antes de acusar a Montoro de mentir ante el Parlamento. «El PP conocía todos los datos antes de asumir el Gobierno, pero que ocultó las medidas durante el periodo electoral porque su objetivo era llegar a la Moncloa», ha dicho el portavoz socialista, quien a continuación le ha vuelto a tender la mano al nuevo Gobierno. Ofrecimiento que Montoro no sólo no ha aceptado, sino que también ha despreciado después de decirle al PSOE que «hoy no ha estado a la altura de las circunstancias».
Alonso ha insistido en que el traspaso de poderes fue modélico. Asegura que se dió toda la información pertinente y acusa ahora al PP de utilizar este argumento «falaz» para justificar su subida de impuestos. «Esta desviación no fue del Estado, sino de las Comunidades Autónomas», ha explicado Alonso. Argumento que el mismo Rajoy confirmó este martes, cuando le dijo a EFE, que de los 20.000 millones de desviación, 15.000 corresponden a las Comunidades.
Elsa Sardina Vejo