El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha presentado este miércoles en Rabat como un «amigo de Marruecos» que quiere abrir «una nueva etapa» en las ya intensas relaciones bilaterales entre ambos países que, a su juicio, se pueden profundizar aún más en el plano económico y mejorando el «conocimiento mutuo» de ambas sociedades con intercambios universitarios, científicos y deportivos.
Así se ha expresado en una declaración conjunta con su colega marroquí, Abdelilá Benkirane, en la que no se han admitido preguntas, y que han constituido las únicas palabras que Rajoy ha pronunciado en público en el país vecino.
En ella, Rajoy ha avanzado su intención de mantener una interlocución «fluida» con el Gobierno marroquí. La reunión de más de una hora mantenida con Benkirane, seguida de un almuerzo, será «la primera de muchas» otras, ha augurado Rajoy, que se ha declarado muy satisfecho tras el encuentro.
Cumbre bilateral, en verano
Ambos han acordado celebrar después del verano la X cumbre bilateral entre ambos países –la última tuvo lugar en 2008–. Antes habrán de producirse distintas visitas e intercambios entre los ministros de cada Gobierno.
Además del encuentro con Benkirane, que le ha ofrecido un almuerzo, Rajoy fue recibido en audiencia por Mohamed VI quien, a lo largo de la media hora que duró el encuentro, habló en castellano, según fuentes gubernamentales españolas presentes en la reunión.
Ambos encuentros, explican fuentes de Moncloa, han servido como una primera toma de contacto entre las partes, aunque también han permitido abordar la suspensión del acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos y escuchar la posición de los representantes del país vecino sobre el contencioso del Sahara Occidental.
La Eurocámara dejó en suspenso en diciembre la prórroga del acuerdo de pesca con Marruecos ante las dudas de que se estuvieran sobreexplotando los recursos y vulnerando los derechos humanos de la población saharaui. La medida ha afectado a 64 barcos españoles, los principales perjudicados, y el Gobierno cifra en unos 15 millones de euros las ayudas que necesitará el sector si no se logra un nuevo convenio en el plazo de un año.
España se ha situado al lado de Marruecos al defender, junto con Francia y Portugal, que el nuevo acuerdo de pesca que la UE negocie con el reino alauí no haga una referencia explícita a la «administración ‘de facto’ del Sáhara Occidental» por parte de Marruecos, como ha propuesto Bruselas y apoyan los países del norte de la UE, sin intereses nacionales en juego en el acuerdo pesquero con Marruecos.
El Ejecutivo confía en poder convencer al resto de socios europeos para que den un mandato «razonable» a la Comisión para negociar con Marruecos que no se vea influido por motivos «políticos», esto es, el contencioso del Sahara.
Por el momento, las autoridades españolas no han planteado con Rabat la posibilidad de sellar un acuerdo bilateral en la materia al margen de la UE, explican fuentes de Moncloa.
Sin alusión a Ceuta y Melilla
Ni Benkirane ni el Rey han hecho alusión alguna en sus encuentros con Rajoy a la histórica reivindicación marroquí sobre la soberanía de Ceuta y Melilla, han confirmado fuentes gubernamentales.
En su declaración sin preguntas, Rajoy ha subrayado que las reformas democráticas emprendidas por Mohamed VI han situado al reino alauí «a la vanguardia del mundo árabe» y le han convertido en un «ejemplo a seguir».
«No hay un país más interesado que España en contar con un Marruecos democrático, próspero y estable», ha señalado Rajoy.
Los elogios de Benkirane
Benkirane ha mostrado su lado más amable y simpático en la declaración conjunta al lado de Rajoy, con quien auguró unas relaciones «difíciles» poco después de que su partido Justicia y Desarrollo ganara las legislativas marroquíes del pasado 25 de noviembre.
Hoy en cambio ha dicho haber «descubierto» en Rajoy a una persona «simpática, amable y muy capacitada» para gobernar, mientras el presidente español bromeaba con los periodistas españoles haciéndoles el gesto de que tomaran nota de esas palabras.
Benkirane ha agradecido que el presidente del Gobierno haya mantenido la tradición de viajar en primer lugar a Marruecos antes que a cualquier otro país y ha señalado que el encuentro con Rajoy se ha caracterizado por el intercambio de ideas en un clima de «sinceridad y espontaneidad».
También se ha mostrado confiado en que este encuentro constituya «el primer eslabón de una cadena de encuentros exitosos en el futuro». «Huelga decir que las relaciones entre España y Marruecos están condenadas a ser cada día mejores», ha concluido.
En su primer viaje al extranjero, Rajoy se ha desplazado a Rabat acompañado de una delegación de apenas media docena de personas: su jefe de gabinete, Jorge Moragas; la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, y personal de seguridad y protocolo.
Estrella Digital/EP