La Unidad de Delincuencia Especializada de Violencia (UDEV) de la Policía Nacional, con agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), han reanudado la búsqueda de los dos niños desaparecidos en Córdoba, Ruth y José, hace más de cien días, en una zona cercana al río Guadalquivir a su paso por la capital cordobesa.
Según han confirmado este miércoles a Europa Press fuentes cercanas al caso, la nueva búsqueda se centra enfrente de la parcela de los abuelos paternos de los niños en la zona de Las Quemadillas en la capital, junto al río Guadalquivir, y cerca de la autovía A-4.
Además de los agentes de la UDEV, miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Policía Nacional participan en estas nuevas labores de rastreo con una zodiac, que también se empleó en una anterior búsqueda en el río pocos días después de desaparecer los dos niños.
En concreto, la investigación física de pistas en las últimas semanas se ha realizado en días alternos y en áreas aledañas a la parcela de Las Quemadillas, donde el padre estuvo con ellos momentos antes de denunciar la supuesta desaparición, si bien han concluido sin éxito tras registrar pozos, colectores de aguas residuales o descampados, entre otras zonas.
Más indicios contra el padre
Mientras tanto, y en declaraciones a Europa Press, el fiscal jefe, José Antonio Martín-Caro, ha anunciado que los indicios que existían cuando se pidió la prisión preventiva para el progenitor, José Bretón, el 21 de octubre, y que luego la Audiencia confirmó en un recurso, «se siguen manteniendo y además hay algún otro nuevo», todo ello para acusarle de un delito de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y por otro de simulación de delito.
Con estos nuevos indicios, la postura de la Fiscalía si se solicita la libertad de Bretón «va a seguir siendo la de mantener la petición de prisión hasta el momento del juicio», afirma Martín-Caro, quien aclara que «hay más indicios, pero sobre los mismos delitos».
En concreto, el secreto de sumario está previsto que se levante el próximo 25 de enero, aunque, según subraya el fiscal, se abre «para las partes, la acusación particular y la defensa, pero eso no quiere decir que se convierta en público el sumario», a lo que añade que «todo sigue siendo secreto hasta que llegue a la fase pública».
Preguntado por la permanencia de Bretón en la cárcel, el fiscal confiesa que le «gustaría que fuera lo menos posible, porque eso es hasta el momento del juicio», a lo que añade que «si todo va rápido y bien, cuanto antes mejor, se determine esa situación». No obstante, el tiempo máximo que puede permanecer interno de manera preventiva es de dos años.
En cuanto a la defensa del padre, su abogado, José María Sánchez de Puerta, ha criticado este miércoles que el secreto de sumario crea «una indefensión muy grande», por lo que espera conocer los indicios a los que se refiere el fiscal jefe para saber si se clarifican «muchas cosas».
En declaraciones a los periodistas en la salida de la cárcel tras visitar a Bretón, el letrado confía en que después de que se levante el secreto de sumario «pueda trabajar en igualdad de condiciones», dado que, a su juicio, la Fiscalía y él no están «en la misma balanza», al tiempo que espera que pongan «pronto» en libertad a su cliente.
Cien días sin resultados
Desde hace más de cien días, que supuestamente desaparecieron los niños en el Parque Cruz Conde de Córdoba, el 8 de octubre, los agentes han concluido sin éxito la búsqueda de pistas registrando pozos, alcantarillas y colectores de aguas residuales entre el río Guadalquivir y el Parque Cruz Conde, así como cerca de la parcela de los abuelos paternos, que se ha rastreado en diversas ocasiones, al igual que los alrededores de la misma, varias graveras y el río Guadalquivir, en todos los casos sin resultados sobre el paradero de los menores.
Por su parte, la Organización Internacional de Policía Criminal (ICPO-Interpol) difunde en su web las fotos de los dos niños, junto con una ficha que reúne las características físicas de los pequeños, que también se une a la pegada de carteles que lleva a cabo la familia materna y que en los últimos días ha extendido a Portugal.
Cabe destacar que la familia materna está personada en la causa abierta por el Juzgado de Instrucción número 4, mientras que familiares paternos de los pequeños han ratificado ante el juez la versión de los hechos que defiende el padre sobre la desaparición y creen que Ruth y José están vivos.