Varios cientos de personas han dado el últimos adiós al expresidente de la Xunta y fundador del Partido Popular, Manuel Fraga Iribarne, en una misa funeral celebrada en una repleta Catedral compostelana y con un posterior acto en la Praza do Obradoiro que ha congregado en Santiago, entre otros, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al líder del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, así como a la cúpula del PP estatal y gallego, y diversas autoridades, políticos y ciudadanos.
En una nublada mañana de sábado, el funeral ha comenzado en la Catedral compostelana con la toma de la palabra del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, quien ha recordado lo «ligado que estaba» Manuel Fraga «con la tradición xacobea», para después reconocer su figura en la homilía como «una persona de bien» que «defendió los valores de la civilización occidental».
Previamente, a través de un pasillo vallado situado entre el Pazo de Raxoi y la Catedral de Santiago en la Praza do Obradoiro han llegado hasta al templo compostelano la infinidad de autoridades que han acudido al acto en donde Mariano Rajoy ha entrado acompañado de su mujer Elvira Fernández, sus ministros Ana Mato, Alberto Ruiz Gallardo y Ana Pastor, así como del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, todos ellos de riguroso luto.
En un acto que ha sido seguido con gran emoción por los hijos y nietos de Manuel Fraga –con la eurodiputada del PP Carmen Fraga con lágrimas en los ojos a lo largo de toda la ceremonia y una afectada Isabel Fraga–, Julián Barrio ha reconocido al expresidente de la Xunta como «una persona de bien», que «defendió los valores de la civilización occidental» y que «nació peregrinando en torno a la memoria del Apóstol Santiago y buscó el sentido de un porqué que ayuda a soportar cualquier cómo».
En primera fila han seguido el funeral el máximo mandatario del Gobierno, Mariano Rajoy, su esposa Elvira Fernández, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; justos detrás se encontraban los tres expresidentes del Ejecutivo autonómico, Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño.
En la homilía, Julián Barrio ha recordado que Fraga Iribarne «no ocultó nunca su fe, siendo consciente que es un don al servicio de los hombres». Por ello, ha reconocido al fundador del Partido Popular como «una persona de bien», que «supo mirar lejos, con amplitud y con profundidad», y «descubriendo los retos de la existencia en las encrucijadas de la historia».
Y es que el arzobispo de Santiago ha tenido tiempo también para destacar que Manuel Fraga «nunca olvidó sus raíces» –«Vilalba, Santiago, Perbes y toda Galicia», al tiempo que ha pedido «la misericordia de dios», sobre «su historia y su persona».
El sonido de la gaita le acompaña en su despedida
Al igual que en las cuatro tomas de posesión de Fraga, desde la primera en 1990 con más de 1.000 ‘gaiteiros’ situados en una abarrotada Praza do Obradoiro hasta los más de 6.000 de 2001 –el actual presidente de la Xunta siguió su ejemplo en 2009, aunque solo con los 60 gaitas de la Real Banda de Ourense–, también la despedida en el funeral de este sábado ha estado marcada por la actuación de 200 gaitas.
De este modo, una vez finalizada la misa, –después de que tanto Mariano Rajoy, como Núñez Feijóo y Elvira Fernández se hayan acercado a dar el pésame a los familiares de Manuel Fraga– han comenzado a desfilar los cientos de asistentes congregados en el interior del templo y que, en su mayoría, han saludado al arzobispo Julián Barrio a su salida.
Tras varios minutos en los que ha sonado el Antiguo Reino de Galicia, y después de un vídeo que ha hecho un recorrido por las imágenes más destacadas en la vida y obra de Manuel Fraga –en el que se incluía el momento en el rompió la carta de dimisión de José María Aznar, o sus encuentros con personalidades como Fidel Castro el papa Juan Pablo II– el actual Himno gallego ha puesto el broche al funeral mientras la cúpula del PP y su familia seguía la actuación desde un escenario habilitado en la Praza do Obradoiro.
Más allá de las gaitas que también protagonizaron el entierro en el cementerio de Perbes (A Coruña) del pasado martes en el que recibieron sepultura los restos mortales de Fraga, junto a los de su esposa, Carmen Estévez, enterrada allí en 1996, la música de la misa de exequias ha corrido a cargo de la Capilla Musical de la Catedral.
En un programa musical dirigido por Miro Moreira, y que ha contado con Joaquín Barreira y Manuel Cela como organistas, se han interpretado como canto de entrada ‘A quien puedo yo hablar’ de Schubert, así como piezas de Fauré o Bertolucci.
Durante la ceremonia religiosa, que arrancado sobre las 12.00 horas, junto a la oración sobre las ofrendas y las moniciones de la liturgia de la palabra y el rito de despedida, se han leído el evangelio de Lucas y un fragmento en gallego del 1 Tesalonicenses.
«Imploramos humildemente tu misericordia, señor, para que nuestro hermano Manuel, que entregó su vida al servicio de los demás, alcance el premio de tu reino», ha concluido en su oración Julián Barrio antes de la bendición y la despedida.
«Funeral casi de Estado»
Apuntaba el viernes el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Santiago, Albino Vázquez Aldrey, que iba a ser «un funeral casi de Estado», y es que este sábado se han dado cita en la capital de
Galicia infinidad de autoridades y ciudadanos gallegos que han querido dar su último adiós al expresidente de la Xunta, junto a los más de 60 autobuses fletados desde toda Galicia y que han llevado hasta la capital de Galicia a más de 3.000 personas.
Pasadas las 11.00 horas comenzaron a llegar a la Plaza del Obradoiro para acudir al Pazo de Raxoi antes del funeral numerosas autoridades, entre los primeros, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el popular Esteban González Pons; así como los conselleiros gallegos y el Gobierno autonómico en pleno.
Además, ha hecho acto de presencia, entre otros personalidades, el presidente del la Comunidad de Valencia, Alberto Fabra; el tesorero del Partido Popular, José Manuel Romay Beccaría; el exdirector general de Novacaixagalicia, José Luis Méndez; la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, o el delegado del Gobierno, Samuel Juárez.
Del mundo de la cultura, ha asistido, entre otros, el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, o el actor Manuel Manquiña, que es cuñado del sobrino y portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, –también presente– o el secretario de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, junto al rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Juan Casares Long.
Junto a todos los titulares de la consellería gallegas también han acudido los presidentes de la Diputación de Ourense y Pontevedra, Rafael Louzán y José Luis Baltar, y diversos alcaldes, diputados y concejales.
Entre el reguero de personalidades que se han dado cita no se encontraba ningún representante del Bloque Nacionalista Galego, –este sábado ha tenido lugar el último Consello Nacional previo a la crucial Asamblea Nacional del último fin de semana de enero–, aunque sí ha acudido al funeral el líder de los socialistas gallegos, Manuel ‘Pachi’ Vázquez.
Todo ello para dar el último adiós al hombre que dedicó 60 de sus 89 años a la vida pública, y que tuvo una trayectoria política marcada por haber sido ministro en la dictadura franquista, aunque también figura clave de la Transición, Manuel Fraga Iribarne no logró ser presidente del Gobierno español, pero sí alcanzó cuatro mayorías absolutas al frente de la Xunta de Galicia.
Estrella Digital/EP