Como comentábamos en un artículo anterior, esta patología antiestética femenina que produce un aspecto abollonado de la piel (“piel de naranja”), la mal llamada celulitis (debería llamarse “dermato-paniculosis-vasculopática fibro-edemato-esclerótica”), la padecen un 80 – 90% de las mujeres entre los 14 y los 65 años. Su incidencia, casi exclusivamente femenina, se debe a su factor etiológico hormonal y suele aparecer en los momentos de mayores niveles de estrógenos como son la pubertad con el comienzo de los ciclos menstruales, las tomas primeras de anticonceptivos orales, los embarazos y en el climaterio cuando aparecen los trastornos menstruales previos a la menopausia.
Esas “tormentas estrogénicas” provocan que los componentes del tejido conjuntivo de la piel (células, fibras y sustancia fundamental) vayan perdiendo su estructura básica. Se produce una superpolimerización de los mucopolisacáridos, con aumento de la viscosidad de la sustancia fundamental del espacio extracelular y así se inicia un proceso que pasa por 4 fases:
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1ª fase (conocida como “éctasis circulatorio”). Se afecta la circulación venosa y linfática con dilatación de los vasos dérmicos produciendo un edema intersticial. Los síntomas clínicos son principalmente pesadez de piernas, la zona celulítica se palpa espesa, infiltrada, menos elástica y mas fría, comienza a verse a la presión (pellizco) la “piel de naranja”.
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2ª fase (llamada “exudativa”). La dilatación vascular aumenta, sale suero desde los capilares hacia el tejido celular subcutáneo, el edema empuja a las fibras conjuntivas y se produce una hiperplasia e hipertrofia de las fibras reticulares perivasculares. Clínicamente puede aparecer dolor a la palpación de la zona celulítica, a la presión aparece claramente la «piel de naranja» y pueden aparecen estrías y varices.
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3ª fase (denominada “proliferación fibrosa”). Las fibras de la dermis y la hipodermis sufren una degeneración del colágeno, se forman bloques amorfos que provocan aprisionamiento de los adipocitos y se altera el metabolismo celular formándose los micronódulos. Se puede ver ya a simple vista la “piel de naranja” y ésta aparece fría, seca y con «pocitos». Aparecen ya varices superficiales y profundas, lipodistrofia localizada, estrías nacaradas y flaccidez.
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4ª fase (“fibrosis cicatrizal”). La progresiva compresión de vasos y nervios produce una alteración nutricional de todo el tejido conjuntivo con un espesamiento duro de toda la zona afectada, produciéndose la unión de varios micronódulos vecinos que forma los macronódulos, los cuales dilatan más aún la piel, aumentando mucho la flacidez y, comprimen las terminaciones nerviosas produciendo dolor, a veces con un simple roce.
Conjuntamente con los factores hormonales y endocrinos, se consideran a los neurovegetativos como factores de gran importancia en la génesis de la celulitis.
Estadísticamente la celulitis afecta más a las mujeres con cierta labilidad emotiva, que presentan con facilidad crisis de angustia o tendencia a la depresión.
También hay factores genéticos en la aparición de la celulitis. No es raro encontrar familias enteras en las que las mujeres presentan una morfología con caderas anchas y piernas celulíticas. Desde el punto de vista étnico, se observa una mayor incidencia de la distribución morfológica ginoide en las mujeres latinas que en las de raza nórdica, que suelen presentar caderas menos anchas y menor formación de celulitis, posiblemente ligada al factor genético.
Y, aunque no son factores causales directos, podemos considerar como factores agravantes:
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Sedentarismo y falta de ejercicio físico.
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Dieta desequilibrada (rica en grasas y carbohidratos), que puede provocar una obesidad asociada.
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Beber poca agua y líquidos en general.
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Ingesta excesiva de sal, provocando retención hídrica en los tejidos.
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Déficit de fibra en la dieta que produce estreñimiento.
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Alcohol y tabaco.
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Beber café y bebidas carbónicas (con gas)
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Utilización de prendas de vestir demasiado ajustadas que dificulte la correcta circulación.
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Uso de calzado incorrecto, con tacones demasiado altos.
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Estrés crónico
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Incluso el hecho de mantener una posición, de pie o sentado, durante largo tiempo. Determinadas profesiones favorecen la aparición de la celulitis.
Pues bien, ya sabemos cómo se produce la celulitis. Ahora sólo nos quedaría saber si podemos solucionarla.
Dr. J.P. Fernández Corbelle (Doctor en Medicina y Cirugía)
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