Gesto por la Paz ha despedido su reivindicación en las calles de Euskadi con una última manifestación para celebrar el cese de la violencia de ETA, en la que ha recordado que ha «plantado cara al terror» durante 25 años en favor de la vida humana. Además, ha preguntado para qué ha servido «el sacrificio de tantas vidas» y ha afirmado que las víctimas son «el efecto irreparable, el resultado sin remedio y el fruto más amargo de este árbol regado de sangre».
Cientos de personas han recorrido en silencio las principales calles de Bilbao desde el Sagrado Corazón hasta el Ayuntamiento de la capital vizcaína bajo el lema «Lortu dugu (lo hemos conseguido). El futuro es nuestro», donde se ha guardado un minuto de silencio «cargado de años de memoria», a petición del portavoz de la coordinador, Fabián Laespada, que quiso recordar a «todas esas personas» que la violencia «ha arrebatado» a la sociedad vasca.
Los también representantes de la plataforma pacifista Josu Cepeda e Itziar Aizpuru han leído un comunicado en castellano y en euskera, respectivamente, en el que han destacado que, «por fin», se ha llegado al futuro que los vascos imaginaban «desde hace tanto tiempo».
“La dignidad como única herramienta”
«Hoy, además de una intensa emoción, podemos sentir el orgullo de haber culminado este largo trayecto con la dignidad como única herramienta en nuestras manos», han asegurado.
Gesto ha recordado que ha supuesto «un cauce de expresión nutrido por un caudal humano y cívico de personas» que han defendido, «por encima de todo, las bases éticas del estado de derecho como requisito irrenunciable para la convivencia en paz».
«Hemos recorrido cientos de kilómetros hasta llegar aquí, hemos guardado miles de minutos de silencio, hemos agotado las metáforas en nuestras formas de reivindicación, y hemos plantado cara al miedo y al terror para hacer prevalecer el valor de la vida humana y el de nuestra condición de ciudadanos libres», ha añadido.
Por eso, ha considerado que «es difícil que hoy haya un colectivo más plenamente satisfecho que aquel que ha trabajado por una paz justa y necesaria». «Sin embargo, desde esta cima, también es doloroso constatar las terribles e inútiles consecuencias que ha dejado el fenómeno violento en nuestro paisaje», ha señalado.
El colectivo pacifista ha añadido que, aunque su presencia en las calles culmine «hoy aquí», no puede «olvidar que miles de víctimas sentirán, ahora, que son la única verdad viva del discurso del terror».
«Son el efecto irreparable, el resultado sin remedio, el fruto más amargo de este árbol regado con sangre. Ellas han encarnado la parte más cruel y dolorosa del ataque que se dirigía contra nuestra libertad», ha apuntado.
En este sentido, ha señalado que se les debe «no sólo la solidaridad que, muchas veces», se les negó en el pasado, «sino también su protagonismo capital» en la memoria y en las convicciones para la construcción de «una sociedad más íntegra y más humana».
Sin odio y sin venganza
«A lo largo del camino que iniciamos hace ya más de 25 años, jamás hemos buscado saciar nuestra sed de libertad bebiendo en los pozos del odio y la venganza. Nuestra defensa de valores humanos y democráticos es también para los derechos de aquellos que más daño nos han infligido», ha aseverado.
Asimismo, ha dicho que, «mientras tanto, quienes han ejercido y justificado la violencia, tienen ante sí la obligación de transitar también por este camino». «A lo largo de ese trayecto tendrán que explicar, no sólo ya al mundo, sino también a sí mismos, para qué ha servido el sacrificio de tantas vidas, desperdiciadas en las cárceles o desaparecidas en las tinieblas de su ejercicio criminal», ha indicado.
De esta forma, ha subrayado que «es el momento de hacer valer los principios» de su convivencia en paz, «el momento de olvidar la oscuridad del túnel del horror y saludar a la luz de este horizonte libre y despejado».
«Es el momento de proclamar que, en este pequeño lugar del planeta y en el tiempo que nos tocó vivir, fuimos capaces de articular una respuesta sencilla y pura contra el gigante del terror. Es el momento de decir que hemos recuperado nuestro nombre para la paz y la libertad», ha subrayado.
A su juicio, «es momento de comprender que, a partir de ahora», cada uno de sus miembros «llevará un ‘gesto por la paz’ en su vida diaria». «Hemos llegado a nuestro futuro. Es el futuro que llevábamos imaginando estos más de 25 años y, por fin, lo hemos conseguido. Culminamos este recorrido con la dignidad de haber hecho lo que podíamos, con lo que teníamos, allí donde estábamos. Y hoy el futuro es nuestro para siempre», ha concluido.
Marcha para celebrar el cese de la violencia
Ciudadanos vascos, representantes institucionales y de la mayoría de los partidos políticos vascos, así como personalidades del mundo cultural, social y sindical de Euskadi, han comenzado pasadas las cinco y media de la tarde la marcha convocada por Gesto por la Paz por las principales calles de Bilbao para celebrar el cese de la violencia de ETA.
Precedidos por una pancarta en la que se podía leer el lema de la convocatoria: «Lortu Dugu (Lo hemos conseguido). El futuro es nuestro», han participado en la marcha el lehendakari, Patxi López, acompañado de los consejeros Rodolfo Ares e Idoia Mendia, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, o el senador de Amaiur, Alberto Unamunzaga, que ha asistido en representación de EA.
También se encontraba presente el ex presidente del Ejecutivo autónomo José Antonio Ardanza, el alcalde, Iñaki Azkuna, y el portavoz de la Diputación de Bizkaia, Juan María Aburto. Además, se han sumado a la marcha el portavoz de EB-Berdeak, José Navas, el líder de Ezker Anitza-IU, Mikel Arana, o el coordinador de Lokarri, Paul Ríos.
Tampoco han faltado a la movilización víctimas de ETA, como Natividad Rodríguez, viuda del dirigente socialista Fernando Buesa Blanco; Amaia Guridi, viuda del empresario Santiago Oleaga; o el socialista Patxi Elola, jardinero de profesión al que quemaron el local en el que guardaba su maquinaria para jardinería y su furgoneta.
Los miembros de Gesto por la Paz llevaban también una serie de pancartas que representan los 25 años de historia de Gesto por la paz y todas sus manifestaciones.
Las 24 marchas silenciosas, convocadas con carácter anual en torno al 30 de enero, en conmemoración de Gandhi, se han desarrollado para exigir a ETA su fin y el abandono de su actividad terrorista. En esta ocasión, la marcha número 25, la movilización ha tenido un carácter festivo, ya que se pretendía celebrar el cese de la violencia por parte de la banda armada.
Estrella Digital/EP