El ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, ha reconocido no importarle ser el ministro peor valorado de Rajoy, tal y como mostró una encuesta de Metroscopia publicada por el diario El País el pasado fin de semana, si dentro de unos años, la reforma educativa que tiene previsto llevar a cabo se convierte en la más valorada. Y en esa labor se encuentra actualmente.
La novedad que este martes ha anunciado el ministro en el desayuno informativo del Foro Nueva Sociedad respecto a la nueva reforma educativa es en referencia a la concesión de becas universitarias. Según ha reconocido Wert, él no está de acuerdo en que las becas se den en función del nivel económico y no de los méritos de los alumnos. Y por este motivo, entre sus objetivos se encuentra el de la revisión del sistema de acceso y mantenimiento de las becas universitarias. «Se ha convertido en una asignación no competitiva puesto que el derecho de su obtención se vincula al nivel socioeconómico y no tanto al nivel académico de los alumnos», ha dicho textualmente el ministro.
Hasta el momento, los requisitos que se piden para obtener una beca del Ministerio de Educación en las universidades públicas españolas son de dos tipos. En primer lugar económico, para el que se determina la renta computable, es decir, se establecen unos umbrales económicos en función de la renta. Umbrales que dependen del número de miembros computables de la familia, que son los padres y los hermanos solteros menores de veinticinco años y que convivan en el domicilio familiar, o los de mayor edad cuando se trate de personas con alguna discapacidad. Y en segundo lugar los académicos, que establecen que los solicitantes deberán haber superado el 60% de los créditos en los estudios de las ramas de ingeniería o el 80% si se trata de las demás ramas universitarias conducentes al título.
Es precisamente en este segundo requisito en el que el ministro ha puesto la atención. Wert cree que «hay que ser más sensibles a la excelencia», puesto que actualmente, a los alumnos les da «exactamente igual» sacar un sobresaliente que un cinco . Según el ministro, hay que introducir el ingrediente del rendimiento y se ha apresurado a destacar que no debemos de olvidarnos de que la mejor beca que reciben los estudiantes españoles es poder estudiar en las universidades públicas «pagando sólo el 5%» de su plaza. Una cifra que el ministro ha considerado privilegiada, aunque no ha aclarado explícitamente si en la reforma que tiene pensado hacer en las universidades también se incluye la subida de estas tasas.
Una reforma educativa «de calado»
En el desayuno informativo de este martes, Wert ha vuelto a explicar las líneas generales de «la reforma de calado» en materia educativa que el Ministerio de Educación tiene pensado llevar a cabo durante esta legislatura. Ya las anunció hace varios días en el Congreso de los Diputados, y este martes ha vuelto a insistir en ellas. La reforma de la educación secundaria sigue siendo uno de sus principales objetivos. La obligatoriedad de estudiar hasta los 16 años y la gratuidad de esta enseñanza, son dos de los rasgos que se mantendrán. Por otra parte, el ministro ha vuelto a insistir en la necesidad de mejorar la Formación Profesional y de aproximarnos a un modelo dual como el que se utiliza en Alemania y Austria.
El ministro también ha hablado de «factores claves». Entre ellos, ha destacado mejorar la calidad del profesorado. «Tenemos que conseguir que a lo largo de sus carrera, los profesores encuentren los incentivos necesarios para seguir mejorando en su trabajo», ha animado el ministro. Solución a este respecto: «Devolver la alegría al sistema», ha dicho Wert. Los profesores necesitan saber que son importantes; y por este motivo el titular de Educación propone un «estatuto del docente» que incluya recompensas y recoja el reconocimiento de los docentes como autoridad pública.
Para Wert, la «excelencia» también es importante para ser competitivos. «Somos muy pobres en alumnos excelentes. Mientras que en los países de la OCDE, el 8% de alumnos son excelentes, en España, este nivel sólo lo alcanza el 3%», ha indicado el ministro. Un problema muy similar al que viven las universidades españolas, que ninguna se encuentra en el ranking de las 150 mejores del mundo. La propuesta del ministro para solucionar este problema es ampliar la participación del tejido empresarial en el sistema universitario. ¿Cómo? Con una Ley de Mecenazgo que haga que las empresas se interesen más por la universidad, «no sólo desde el punto de vista de su responsabilidad social corporativa, sino también empresarial», ha concluido el ministro.
Elsa Sardina Vejo