El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha citado a declarar como imputado este jueves al portavoz del colectivo contra el tren de alta velocidad ‘Mugitu!’ y hermano del histórico dirigente de Batasuna Joseba Álvarez, Mikel, en relación con el lanzamiento de tartas a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina.
El magistrado imputa a Mikel Álvarez Forcada la comisión de un delito de atentado contra la autoridad «por su presunta participación en estos hechos y en la rueda de prensa celebrada el día siguiente» de la agresión. Con él, ya son cuatro las personas imputadas en el procedimiento, que se enfrentan a penas de entre cuatro y nueve años de cárcel.
Los otros tres imputados, Julio Martín Villanueva, Gorka Ovejero Gamboa e Ibon García Garrido, comparecieron el pasado mes de noviembre ante Pedraz que les impuso comparecencias judiciales semanales, la prohibición de salir del territorio nacional y la entrega del pasaporte, tal y como solicitó la Fiscalía.
En su auto, en el que transformaba las actuaciones en procedimiento abreviado, equivalente al procesamiento, el magistrado destacaba que Barcina debe considerarse «autoridad» en función de su cargo de presidenta de Navarra y recordaba que cuando se produjo la agresión se encontraba «en el ejercicio de las funciones propias de su cargo».
Los hechos se produjeron el pasado 27 de octubre cuando Barcina participaba en Toulouse (Francia) en una reunión de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Según la resolución judicial, sobre las 16.30 horas Ovejero, que portaba «oculta en una carpeta una tarta», se acercó a la presidenta navarra y, «sacándola de forma sorpresiva, se abalanzó por delante» sobre ella «estampando la tarta en su cabeza».
«Inmediatamente después y mientras la citada se encontraba aturdida como consecuencia del impacto, se acercaron por su espalda Julio Martín Villanueva e Ibon García estampando respectivamente cada uno una tarta contra la presidenta de Navarra», continúa el relato del juez Pedraz.
El instructor considera que estos hechos conllevan «el acometimiento, empleo de fuerza, intimidación grave o resistencia activa también grave», ya que, según explica, «acometer equivale a agredir y basta con que tal conducta se dé con una acción directamente dirigida a atacar a la autoridad». «Así pues, en el caso, los tartazos se constituyen como tal agresión», dice.
También recuerda que el colectivo Mugitu! reivindicó el pasado 27 de octubre la acción en un comunicado en el que decía que «la razón de los tartazos era agradecer los ímprobos esfuerzos que, como máxima responsable política de Navarra, estaba realizando (Barcina) para la imposición del TAV». A su juicio, la agresión era «una elegante manera de darle la bienvenida a su cargo de presidenta».
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 abrió diligencias por estos hechos tras recibir una denuncia de la Policía Foral de Navarra al ser la Audiencia Nacional el tribunal competente para investigar los supuestos delitos contra españoles cometidos en el extranjero.
El magistrado interrogó el pasado 2 de noviembre a Barcina, aprovechando que se había desplazado hasta la Audiencia Nacional para acudir como público al juicio contra el el exjefe militar de ETA Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, y otros tres etarras por el asesinato del concejal de UPN en Leitza José Javier Múgica.
La jefa del Ejecutivo navarro declaró que las tartas que le arrojaron le hicieron «daño» debido a «la dureza del merengue francés», según informaron fuentes jurídicas. También relató cómo se produjo la agresión e indicó que tras recibir el impacto de las tartas dejó de ver y tuvo que ser evacuada del salón de plenos en el que se celebraba la reunión. «No veía nada», aseguró.