Existe una máxima entre los periodistas que dice lo siguiente: “perro no come perro”. Sí, puede haber riñas y dentelladas al aire, pero no come de su carne.
El viernes de la pasada semana, y hoy mismo, este periódico ha recibido dos pretendidos feroces ataques de colegas digitales que, en estos momentos, tienen los mismos problemas y preocupaciones que ED y el resto de medios de comunicación debido a la crisis. Nos sorprendieron, no obstante -por inesperadas y fuera de lugar- esas dentelladas que no cogieron magro. El caso es que han intentado abrir una guerra sucia contra Estrella sin que, hasta el momento, sepamos las razones.
Bueno, sí conocemos el por qué.
Resulta que desde la semana pasada Estrella Digital, como podrá comprobar el lector, está publicando una serie de artículos e informaciones preguntándose por qué Urdangarín cobraba lo que cobraba de Telefónica, por qué Telefónica le pagaba lo que le pagaba, y por qué Cesar Alierta y su escudero, Luis Abril, no lo destituían ni explicaban las razones de mantenerlo en un cargo por el que cobra 1,4 millones de euros. Nadie ha puesto en duda la veracidad de las informaciones.
En todo caso, podríamos haber esperado que Telefónica se hubiera dirigido a ED. Lejos de hacerlo -estando Luis Abril por medio no sorprende- se ha pretendido hacer daño a este medio, humilde pero digno, a través de informaciones sesgadas, dignas de lo más oscuro de esta profesión.
Sí, esta profesión tiene también su parte oscura. De esa penumbra se aprovechan algunos medios digitales y de papel que bordean los principios deontológicos del periodismo como único medio de supervivencia. Lamentable, pero beneficioso para ellos. Su método es tan sencillo como efectivo: logran hacerse un hueco como “confidencial” entre los gabinetes de comunicación –no entre el público lector en general- y utilizan esa supuesta influencia endogámica para atacar sin piedad a empresas, directores generales y responsables de comunicación. Sin tregua que hasta estos pasan por el aro. Pasar por el aro significa, como puede suponer, subvencionar su medio mediante la publicidad o diversos patrocinios hasta que dejan de publicar informaciones negativas. El digital que atacó la semana pasada a Estrella exhibe un amplio curriculum en estos menesteres, digno de estudio y, por supuesto, de denuncia profesional.
Basta un ejemplo: hasta 2006 – se puede comprobar si no lo han borrado de su hemeroteca- uno de estos digitales y cuyo nombre responde a las amorosas iniciales del dueño y de su señora esposa, realizó una “campaña” brutal contra el entonces director general de Telemadrid, Manuel Soriano, por la archivada acusación de acoso sexual hacia su secretaria. Los ataques a Soriano y, por extensión, a Esperanza Aguirre no piense el lector que fueron por defender a una víctima de agresión sexual como lo fue la secretaria de Soriano, no. Las publicaciones sobre el caso cesaron en ese digital cuando la Comunidad de Madrid le tapó la boca y llenó sus bolsillos. Desde el momento en que empezó a entrar publicidad de la Puerta del Sol en esa web se acabaron las noticias negativas sobre Telemadrid, su director general y la Comunidad. Habían pasado por caja. Esa es la filosofía. Vergonzante, pero cierta.
Por eso no nos sorprende que el pasado viernes se plegara, una vez más, ante la principal multinacional española y arremetiera, con datos falsos y manipulados –lo que es peor-, contra Estrella Digital. Si el director de ese periódico, al que también se le conoce por haber dicho que Luis Abril es “maestro de periodistas”, hace estas cosas, el lector puede medir su credibilidad y entender por qué lo ha hecho.
Tanto en la compañía de telecomunicaciones, como en la Puerta del Sol, lo saben y por eso lo han utilizado. Aunque se piense que tiene influencia, no deja de ser un simple mamporrero que escribe al dictado de sus anunciantes atacando a otros medios, como lo ha hecho ahora contra Estrella.
Qué casualidad que haya sido ahora, al hablar de Telefónica, cuando se han acordado de este periódico con datos manipulados y falsos. Durante mucho tiempo Estrella Digital ha publicado informaciones contrastadas y opiniones muy críticas respecto a cargos e instituciones públicas y privadas y nunca estos medios se han dirigido a nosotros para intentar saber por qué. Y menos todavía lanzarnos estos ataques por ejercitar nuestro derecho a la información. Ahora, al hablar de Telefónica, César Alierta, Luis Abril y Urdangarína, sacan la artillería. Incomprensible pues Estrella Digital jamás ha arrmetido contra un medio privado de la red.
En esta profesión las casualidades no existen y, viniendo de donde vienen los tiros, todo parece que el ataque está orquestado.
Lo damos por amortizado al tiempo que se les agradece la promoción gratuita que nos han hecho estos días.
Julio Quercus