El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha mostrado su rechazo rotundo sobre la posibilidad de establecer el ‘copago’ sanitario y ha negado sentirse «presionado o chantajeado» sobre la intención de la Generalitat de organizar una consulta sobre el pacto fiscal.
«No me siento presionado o chantajeado, porque eso es un estado anímico y me voy a centrar en lo fundamental. No voy a hacer nada que no me parezca sensato y razonable», explicó el presidente en rueda de prensa conjunta con el presidente de Ecuador, Rafael Correo, tras reunirse durante algo más de una hora en el Palacio de la Moncloa.
Rajoy priorizó así continuar con el «empeño» reformista para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, para después asegurar: «A partir de ahí ya veremos qué pasa».
Y es que el líder del Ejecutivo garantizó que no va «desatender» los problemas financieros que sufren las comunidades autónomas y los ayuntamientos, si bien recordó que el Gobierno ya ha duplicado hasta los diez años el período para que las regiones devuelvan los anticipos de 2008 y 2009.
El copago «no está sobre la mesa»
Rajoy argumentó su oposición al ‘copago’ afirmando que este «asunto» no está «sobre la mesa» ni en el Consejo de Ministros ni en la Comisión delegada de Asuntos Económicos.
Por su parte, el presidente de Ecuador pidió a Rajoy flexibilizar las hipotecas para «repartir» los costes de la crisis entre los ciudadanos y los bancos.
Correa aseguró que va en contra de los «principios éticos» de la economía que la entrega de la casa no sirva para saldar la deuda contraída con el banco, como sí ocurriría con la dación en pago. «Todo el costo de la crisis recae en el ciudadano, son cosas sorprendentes», lamentó.
El presidente del Gobierno replicó a su homólogo de Ecuador que está «abierto» a sus sugerencias y recordó que el código de buenas prácticas aprobado persigue «suavizar y dar soluciones» a los problemas de los desahucios.
Estrella Digital/EP