El Príncipe Felipe ha llegado este miércoles a Yibuti para visitar a las tropas españolas que luchan contra la piratería en el Océano Indico, en el marco de la misión naval de la Unión Europea, de la que España ostenta el mando en la actualidad. Acompañan al heredero de la Corona el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez.
La visita de Don Felipe llega en un momento clave para la operación, ya que la Unión Europea debatirá esta semana si amplía el mandato de la misión –que se aprobó a finales de 2008– y comienza a atacar las bases de los piratas en la costa de Somalia. El Gobierno de este país del cuerno africano ha dado ya su autorización para que se lleven a cabo este tipo de operaciones desde sus aguas territoriales y su espacio aéreo.
La última vez que Don Felipe visitó a militares españoles en el exterior fue en noviembre de 2008, cuando viajó a Líbano, cuatro meses después de ir a Afganistán. En 2002 conoció de cerca la misión que desarrollaban las tropas en Bosnia y Kosovo.
El Príncipe ha llegado a Yibuti a las 06.15 horas a bordo de un avión Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española. En este pequeño país situado al norte de Somalia tiene su base el avión de vigilancia marítima D4 Vigma con el que España contribuye a la operación, además de con los medios navales. En concreto, en la actualidad permanecen en el Océano Indico el buque de aprovisionamiento de combate Patiño, desde el que el capitán de navío Jorge Manso ostenta el mando de la fuerza, y el patrullero Infanta Elena. En total, son cerca de 400 los militares españoles desplegados en la zona para esta misión, que en 2011 supuso unos 90 millones de euros.
Después de visitar el destacamento aéreo se trasladará en helicóptero hasta el Patiño. Este buque volverá a España el próximo mes de abril, cuando el capitán de navío Manso pasará el mando de la fuerza a un marino francés. Este mismo miércoles partirá desde Rota la fragata Reina Sofía para relevar al buque de aprovisionamiento en el combate.
Antes de que se produzca este relevo puede tener lugar un hito en la misión de la Unión Europea, la primera operación naval puesta en marcha por los Veintisiete, ya que esta semana podría decidirse si se amplía su mandato y se comienza a actuar contra los piratas también en tierra. De aprobarse este cambio, si se pone en marcha en las próximas semanas, el comandante del Patiño estaría al frente desde el teatro de operaciones.
Hasta el momento, sólo se han desarrollado acciones contra la piratería en alta mar. La operación Atalanta tiene como misiones la protección de buques del Programa Mundial de Alimentos que llevan ayuda humanitaria a Somalia, el apoyo a los buques de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y la prevención y represión de los actos de piratería en la región. Además, también ofrece protección a los pesqueros que operan en la zona.
Los países que participan en la misión han destacado su éxito por la disminución de ataques y secuestros a buques, principalmente pesqueros. En parte, esta mejora de la situación se ha debido a las medidas de autoprotección aplicadas por estos barcos con la incorporación de seguridad privada a bordo.
Ocho barcos secuestrados
Según datos hechos públicos este martes por el comandante de Atalanta, Duncan Potts, si en marzo de 2011 había unos 33 barcos secuestrados por piratas con más de 750 rehenes, en la actualidad son ocho los barcos en poder de los piratas, con 213 rehenes.
Sin embargo, la operación Atalanta y los países que participan en ella están convencidos de que la piratería no se atajará mientras en la costa de Somalia siga reinando la falta de autoridad y de seguridad. «Es el momento de reforzar la presión sobre los piratas», resumió ayer el comandante Potts.
La UE trasladó al Gobierno de Transición Federal Somalí su voluntad de ampliar la operación militar a la zona costera del país, para acabar con sus estructuras de apoyo logístico en suelo. Y el primer ministro, Adbiweli Mohamed Alí, notificó este mismo mes al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, su autorización.
En concreto, en la carta al secretario general de Naciones Unidas, el jefe del Ejecutivo somalí daba su visto bueno a las operaciones militares «en las aguas territoriales, aguas internas y en territorio costero de Somalia y en su espacio aéreo».
Ataques desde aire y mar
Por el momento, según diversas fuentes diplomática, el consenso en la Unión Europea es poner en marcha operaciones contra las bases de los piratas en tierra desde el mar o desde el espacio aéreo, sin el desembarco de militares en suelo somalí.
No obstante, las mismas fuentes recalcan que, aunque la operación Atalanta no contemple este tipo de acciones, pueda darse la «posibilidad» de que algunos países pongan en marcha acciones que impliquen el despliegue de militares sobre el terreno. Para ello, deberían alcanzarse acuerdos bilaterales con el Gobierno somalí, «caso por caso».
En un borrador de acuerdo del Consejo de la Unión Europea al que ha tenido acceso Europa Press, los Veintisiete consideraban «necesario ampliar la zona de operaciones de Atalanta a las aguas interiores somalíes y al territorio terrestre somalí», sin precisar cómo se pondrían en marcha este tipo de operaciones.
Hasta el momento, alguno de los socios que participan en Atalanta, como España y Alemania, han puesto algunas reservas de tipo formal, ya que el cambio de mandato deberá pasar un trámite parlamentario. Según las fuentes consultadas por Europa Press, si se confirma que la operación obtendría el visto bueno, se someterá a debate en la reunión que los ministros de Defensa de los Veintisiete tendrán este jueves y, un día después, los ministros de Asuntos Exteriores, en Bruselas, podrían darle la luz verde definitiva.
La UE ya acordó el pasado 27 de febrero ampliar el mandato de la misión Atalanta hasta finales de 2014, como habían reclamado especialmente España y Francia, los dos principales contribuyentes de la misión.
Desde su lanzamiento, las fuerzas de Atalanta han logrado detener a 117 presuntos piratas, unos 27 grupos sólo en 2011, según datos de la misión. El pasado mes, el Patiño detuvo a seis piratas, que le atacaron durante la noche desde un esquife, probablemente al buque español con un pesquero. Fueron trasladados a España y se encuentran en prisión mientras están siendo investigados.
De ser llevados a juicio, será el segundo caso contra piratas en España, después del proceso contra Abdu Willy y Raageggesey Hassan, arrestados un día siguiente del secuestro del atunero ‘Alakrana’, frente a las costas de Somalia, que tuvo lugar el 2 de octubre de 2009. Estos dos piratas se encuentran cumpliendo una pena de más de 400 años de cárcel que fue confirmada por el Tribunal Supremo el pasado diciembre.
La vertiente judicial de la misión Atalanta ha sido un punto débil en la misión, ya que la falta de una estructura gubernamental en Somalia ha impedido su enjuiciamiento. Se ha tratado paliar con acuerdos con países de la zona, pero que sólo han aceptado hacerse cargo de detenidos en sus aguas territoriales.
De este modo, en muchas ocasiones se ha dado el alto a esquifes piratas que, al no ser detenidos en la comisión de un delito y no existir denuncia contra ellos, han tenido que ser puestos en libertad, en la costa de Somalia.