El lehendakari, Patxi López, ha advertido de que el regreso a Euskadi de un gobierno nacionalista supondría «la vuelta al pasado de la confrontación y la bronca permanente» ya que se recuperaría, ha dicho, la búsqueda de la independencia y «no es ese el debate que necesitan los vascos».
López ha protagonizado un desayuno informativo de Europa Press. El dirigente vasco ha defendido los tres años de ejecutivo socialista fundamentalmente porque han supuesto, a su juicio, un cambio de «agenda» en la política vasca y que las prioridades del Gobierno estén «donde están las prioridades de la ciudadanía: en la economía, el empleo, la educación, la sanidad». Las consecuencias de la crisis económica, ha insistido, son los problemas «de verdad» de los vascos y ante ellos es necesaria «la búsqueda de consensos» políticos.
López ha asegurado que los años de su gobierno han sido los del fin del terrorismo pero también los del inicio de la recuperación de la libertad ciudadana. «Comenzamos la legislatura con ETA y la terminamos sin actividades terroristas. Solo por esto ha merecido la pena estar en el Gobierno vasco. Ahora toca trabajar para buscar el consenso para que ETA se disuelva definitivamente y buscar la concordia en Euskadi», ha añadido.
Al encuentro con López este lunes en Madrid, un acto patrocinado por Banif, Telefónica, FCC, Altadis y DKV, han asistido dirigentes socialistas como Ramón Jáuregui y Trinidad Benegas, Txiki Benegas y Eduardo Madina, Javier Rojo y Juan Moscoso.
El voto bienintencionado a Batasuna
En esa búsqueda de consensos que necesita el País Vasco en adelante, ha subrayado el lehendakari, un nuevo gobierno nacionalista supondría un retroceso a épocas como las de Juan José Ibarretxe y a «un clima de crispación que consumía todas nuestras energías». «Todo esto ha cambiado radicalmente, vivimos en una Euskadi más tranquila, plural, libre», ha defendido.
El dirigente vasco ha explicado que el ascenso electoral de la llamada izquierda abertzale, en las marcas de Bildu y Amaiur, se ha debido a que «mucha gente» en el País Vasco entendió que este voto «podría ser el que avanzara más rápidamente en la desaparición de la violencia y en la consolidación de la paz», personas no vinculadas hasta entonces a este mundo.
A partir de ese momento, ha continuado, este colectivo y el PNV mantienen una contienda «para ver quién es el hegemónico en el mundo nacionalista y compiten en ese debate soberanista», situación con la que se hinche «un globo» que desplaza a otras fuerzas políticas.
Y el PSE se va a centrar en desinflarlo, ha añadido el lehendakari, porque las «confrontaciones identitarias» son perjudiciales para el País Vasco. Para ello, los socialistas van a «poner en valor» la aportación de su Gobierno a la «normalidad que necesitaba» Euskadi «y que hoy es palpable» y a defender el proyecto que tienen para consolidar la convivencia, sobre la que «hay mucho trabajo por hacer».
Patxi López ha subrayado que parte de este trabajo se tiene que centrar en «definir el modelo de país», la «arquitectura interna y externa» del País Vasco integrado en España, ya que «a Euskadi, cuanto más se distancia (de España) peor le va», ha dicho. Un «modelo de convivencia» en el que nadie estará al cien por cien, pero en el que nadie estará fuera».
Del PP a Sortu
Patxi López se ha mostrado confiado en las posibilidades que tiene su gobierno de agotar la legislatura con el apoyo parlamentario del PP. Ha reconocido las discrepancias entre ambos partidos, sobre cómo hacer frente a la crisis, cómo usar la fiscalidad vasca, qué pasos dar «para la convivencia», diferencias todas ellas que a su juicio son «lógicas» en dos proyectos políticos diferentes.
«Pero no quiere decir que no coincidamos en lo fundametal que necesita el País Vasco y lo hemos demostrado estos años. No preveo ninguna complicación excesiva hasta el final de la legislatura», ha añadido.
De cara a esas próximas elecciones vascas, el ‘lehendakari’ se ha mostrado convencido de que la marca Sortu, recurrida en el Tribunal Constitucional, podrá presentar candidatura. «Se trata de dar visos de realidad a lo que es real, no más», ha expuesto.
Dicho esto, ha reconocido que le resultaría «muy difícil» gobernar con ellos porque les separan «abismos». El primero, el recorrido pendiente de la llamada izquierda abertzale, según Patxi López, hasta «integrarse plenamente en los principios y valores éticos». El segundo, la gestión «desastrosa» que Bildu está realizando en las instituciones donde gobierna, como la Diputación de Guipúzcoa o el Ayuntamiento de San Sebastián. «Uno piensa a veces que es la no gestión de los problemas», ha dicho.
A propósito de la citada diputación, y sobre las posibilidades de una moción de censura que retirase a Bildu del gobierno, el lehendakari ha cargado la responsabilidad en el PNV. «El PSE, desde el primer minuto se puso a disposición del PNV y PP para evitar que gobernara quien no sabe gobernar y no merecía gobernar. El primer paso le corresponde a quien frustró esa posibilidad», ha concluido.
Estrella Digital/EP