«Estoy muy contento. Me siento bien y, además, se me nota», decía Alfredo Pérez Rubalcaba minutos antes de terminar su comparecencia ante los medios para analizar el resultado de la elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias. No es para menos. Ni en las apuestas más optimistas el secretario general del PSOE podía imaginar unos datos como los que arrojaron este domingo las urnas en el norte, pero, sobre todo, en el sur del país. Y, lo que es más significativo, sólo 100 días después del tsunami de las generales del pasado 20 de noviembre en las que los españoles dieron al Partido Popular su confianza ‘absolutísima’.
Con este nuevo escenario, Rubalcaba saca varias conclusiones: la primera, que tiene «claro» que su estrategia de «oposición útil» desde que el PSOE cambió el color de los asientos del Congreso de los Diputados «no ha sido rebatida por los asturianos y andaluces». El secretario general cree que los ciudadanos entienden su estrategia que es la de «ayudar a salir de la crisis y crear empleo». Para esto, dice Rubalcaba, el PSOE está haciendo «sacrificios».
La segunda lección que Alfredo Pérez Rubalcaba saca del 25M es que al PP «le ha empezado a costar la crisis». Como dijo este domingo, su número dos, Elena Valenciano, «los ciudadanos han pasado factura» a Rajoy. Esa factura tiene nombre y apellido, según los socialistas: reforma laboral. «Ataca los derechos de los trabajadores y aumentará el número de despidos», señalaba el secretario general, «y eso no gusta a los ciudadanos». El Partido Popular, con el presidente del Gobierno a la cabeza, Mariano Rajoy, está «aprovechando la crisis para saldar cuentas con el Estado del Bienestar y los ciudadanos le han dicho: por aquí, no», zanjaba Rubalcaba, quien invitaba al Gobierno a «hacer un esfuerzo» para acercarse a los sindicatos y al PSOE en lo referente a la reforma.
El retraso en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado tampoco ha favorecido al PP. «A Rajoy no le ha salido bien y, encima, ha perjudicado a la economía», se quejaba el socialista.
Griñán, con las «manos libres»
Aunque los resultados para el PSOE son positivos, en las dos comunidades han de pactar para mantener o llegar al Gobierno. En el caso de Andalucía, Griñán «tiene las manos libres» para negociar con Izquierda Unida si formarán un gobierno de coalición o la formación encabezada por Diego Valderas le apoyará en su investidura. Haga lo que haga, la ejecutiva federal «lo respaldará».
En Asturias, los 16 diputados obtenidos por Javier Fernández no son suficientes para formar gobierno ni siquiera con Izquierda Unida. Será el miércoles cuando sepamos qué fuerza suma el escaño del voto emigrante. «No es fácil de lograr», indicaba Rubalcaba, pero «es posible». En cualquier caso, «cuenta con mi apoyo al 100%».
«El primer paso del camino» de la recuperación
Así las cosas, un secretario general de los socialistas que nada tiene que ver con el de la noche electoral del 20 de noviembre. Un Alfredo Pérez Rubalcaba «muy satisfecho» con los resultados, se muestra optimista porque considera que son «un primer paso en un camino muy largo» que tiene el objetivo de «recuperar la confianza de los españoles». Porque el PSOE es el partido político que, de momento, más años ha gobernado en el país y porque «no se nos puede ignorar, somos un partido fuertes y con el que siempre hay que contar».Además, el socialista destaca que andaluces y asturianos han votado «pensando en su tierra». «En Andalucía saben que tienen una buena educación y sanidad públicas». Dos conceptos en los que el PSOE ha basado su campaña comparando su «modelo social» con los «recortes» que «no decía el PP».
Con esta premisa, Rubalcaba está convencido de que ahora comienza «un nuevo ciclo político».
Cristina Rodríguez