El centro de Barcelona ardió desde primera hora de la tarde del jueves hasta el fin de la jornada de huelga general por los ataques de los violentos que se han mezclado con los manifestantes de la marcha de CGT y los de la posterior con los sindicatos mayoritarios.
El primer fuego fue a mediodía una breve hoguera ante la Bolsa de Barcelona en la que se han visto los vándalos y encapuchados que han ido subiendo el paseo de Gràcia presionando hasta lograr cerrar todos los comercios, tras lo cual han pasado por la avenida Diagonal y han desembocado en Balmes.
Allí han quemado diez contenedores y han provocado las primeras persecuciones con los Mossos, incrementadas de vuelta al paseo de Gràcia, donde han encendido una hoguera mayor en plena calzada, siempre mezclados con el resto de manifestantes, que también han recibido golpes de porra.
Ya por la tarde, los violentos han emprendido otra marcha que les ha llevado por Pau Claris hasta desembocar en plaza Urquinaona: los 100 metros de Ronda Sant Pere que hay entre esta plaza y la de Catalunya han bastado para ser escenario de una violencia mayor.
Han quemado muchos contenedores, han destrozado sin contemplaciones todos los escaparates que han encontrado, y han prendido fuego a dos –el de un Starbucks Coffee y el de un acceso de El Corte Inglés– además de atacar el de Zara y sacar los maniquíes.
El encontronazo con los Mossos en ese punto ha llevado a un intercambio de lanzamientos: los adoquines y las botellas contra las pelotas de goma –primero– y los botes de humo –después–, cuyo efecto lacrimógeno y de problemas para respirar han obligado a los radicales a dispersarse definitivamente.
Sin embargo, se han atomizado en grupúsculos, con mayoría de encapuchados: unos, hacia el laberinto del casco viejo; otros, hacia el Eixample.
Dispersión por el Raval y el Exaimple
Con la policía pendiente de mantener sellados los accesos a la plaza, los violentos han empezado a quemar papeleras y a montar hogueras con contenedores en La Rambla, la calle Pelai, la Tallers y Ronda Sant Antoni.
Una quincena de hogueras han llegado a quemar a la vez en esta zona, y cuando los antidisturbios han tratado de disuadir a los manifestantes, éstos han corrido hasta el interior de la pequeñas calles del Raval, donde la policía tenía más difícil el acceso y mientras los pocos comercios que estaban abiertos bajaban rápidamente las persianas.
Otros grupos se han refugiado en el Eixample: Diputació-Granados, Diputació-Aribau, Diputació-Balmes, Balmes-Gràcia, Balmes-Ronda Universitat y paseo de Gràcia, lugares donde han quemado más contenedores y han destrozado mobiliario urbano y escaparates.
El balance de todo eso, con datos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) a las 21 horas, ha sido de 44 heridos leves atendidos por ellos: 28 manifestantes –16 de ellos trasladados a centros sanitarios–, 15 mossos –1 trasladado– y un guardia urbano.
Estrella Digital/EP