Un hombre de mediana edad y nacionalidad española ha entrado este martes en una hamburguesería en la que trabajaba hasta hace unos días y ha amenazado a los presentes con una pistola, un machete y un hacha, que finalmente no ha utilizado tras la actuación de la Policía, ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 15.30 horas en el restaurante, situado en el número 48 de la avenida de San Pablo de Coslada. Según los testigos, el hombre ha irrumpido en el local y ha amenazado a los presentes con una pistola.
Los clientes y la mayoría de los empleados han conseguido salir de la hamburguesería y han avisado inmediatamente a la Policía. Hasta el lugar se han acercado dos coches de la Policía Nacional y uno Municipal.
Entonces, el delincuente ha cogido por el cuello a uno de los empleados, al que apuntaba con el arma a la cabeza, y ha salido a la vía pública. Allí se ha enfrentado a los agentes, que le han conminado repetidamente a que se rindiera, arrojara las armas y liberada al rehén. Sin embargo, el hombre se negaba. En un momento dado, el empleado se ha revuelto y ha conseguido escapar de su amenazante.
Ya sin su rehén, los agentes le han vuelto a pedir que se rindiera y depusiera su actitud. Cuando parecía que el hombre hacía el además de tirar la pistola, ha sacado un machete grande y un hacha de tamaño pequeño y se ha vuelto a encarar con los policías.
Tras varios disparos al aire y los consejos de que depusiera su actitud, el delincuente finalmente ha arrojado las armas y ha sido detenido por la Policía y trasladado a la Unidad Psiquiátrica del Hospital del Henares, donde ha quedado ingresado. Así, el episodio ha terminado sin heridos de ningún tipo, aunque
Durante la tarde, agentes han acordonado la zona y han buscado un paquete arrojado por el arrestado al interior de la hamburguesería. Los guías caninos de la Policía Nacional han inspeccionado su contenido y han descartado que se trate de explosivos. No obstante, a las 19.30 horas, los policías aún continuaban en el lugar para vigilar la zona.