miércoles, noviembre 27, 2024
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El Ayuntamiento de Madrid aprueba la subida de precio en los parquímetros

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La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves de manera definitiva el Plan de Calidad del Aire 2011-2015, que lleva aparejadas medidas como el establecimiento de una Zona de Emisiones Bajas (ZEB), la ampliación en una hora en toda la ciudad del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), de 20 a 21 horas, el incremento de un 10 % en las tarifas en las ZEB y la obligación de parar el motor cuando el vehículo esté estacionado en cualquier punto de la ciudad, aun cuando el conductor no abandone su puesto.

Para hacer todo esto posible, la Junta de Gobierno ha aprobado provisionalmente una modificación de la Ordenanza de Movilidad –que entrará en vigor el 1 de julio después de pasar por el correspondiente periodo de información y Pleno– para poner en marcha varias medidas del Plan de Calidad del Aire.

La primera pasa por el establecimiento de una Zona de Emisiones Bajas, es decir, delimitar un ámbito territorial en la ciudad coincidente con el de mayor congestión de tráfico y de niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) para implantar medidas específicas.

Otra de medidas que implica la modificación de la ordenanza es la ampliación en una hora del SER permitiendo a los residentes estacionar durante ese intervalo en las plazas azules. La alcaldesa ha destacado que los grandes beneficiados por esta medida serán los residentes que además verán disminuido el importe de la tarjeta desde enero, cuando se modifiquen las ordenanzas fiscales.

También aquí se incluye la obligación de parar el motor cuando el vehículo esté estacionado, aun cuando el conductor no abandone su puesto. La alcaldesa, Ana Botella, no ha podido concretar en rueda de prensa a cuánto ascendería la sanción por no cumplir esta obligación.

Botella sí ha matizado que, a diferencia de otras ciudades europeas, no habrá un peaje de acceso a la ZEB, pero a partir de julio se establecerá un SER ambiental con una tarifa un 10 % más elevada que en el resto de la ciudad.

Más de 370 alegaciones

Botella, acompañada por el vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, ha dado cuenta de las 70 medidas que apuntalan el Plan de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2011-2015, que cuenta con un presupuesto de 162 millones de euros y cuyo reto es reducir la incidencia del tráfico en el medio ambiente.

Tras su aprobación por la Junta de Gobierno, el Plan se publicará en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid y se remitirá al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para su envío a Bruselas. Es entonces cuando se solicitará la moratoria para cumplir con los requisitos exigidos por la UE.

El Ayuntamiento de Madrid ha revisado las 377 alegaciones presentadas por diferentes instituciones, particulares y grupos políticos, entre otros. Se han estimado total o parcialmente 91; se han desestimado 161; se consideran ya contempladas 98 y 23 no se refieren directamente al Plan.

Entre las alegaciones no aceptadas se encuentran las firmadas por PSOE e IU contra la modificación de las estaciones de medición. Botella ha defendido que el cambio se hizo «para adaptar esas estaciones a los parámetros de la Unión Europea y al nuevo desarrollo de la ciudad», de la que ha recordado que fue la primera en medir la calidad del aire, allá por los años 60.

Entre las que se ha admitido total o parcialmente destacan la incorporación de un representante de los vecinos en la ponencia técnica de la Comisión de Calidad del Aire; la extensión de las Áreas de Prioridad Residencial, y la consideración de una nueva unidad urbanística, las denominadas supermanzanas.

Se trata de una nueva entidad urbanística a contemplar en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana pero que se adelanta ya en el Plan de Calidad del Aire. Es, en palabras de la regidora, «una entidad superior a la de la manzana a considerar en los planes de movilidad ya que puede ser una unidad más apropiada».

La alcaldesa ha detallado que el Plan de Calidad del Aire apuesta por un enfoque integral de la movilidad, a la que dedica el 60 % de sus medidas. La razón es que las emisiones del tráfico, a pesar de haber bajado un 26 % desde 2006, aún representan el 65 % de las emisiones de óxidos de nitrógeno en la capital.

El Gobierno de la ciudad confía en que estas medidas, junto a las políticas del resto de administraciones, «hagan descender las emisiones de óxido de nitrógeno procedentes del tráfico un 22 % respecto a 2009, mientras que el NO2 quedará por debajo del límite legal de los 40  microgramos/metro cúbico».

Asimismo, la alcaldesa ha confirmado que lo que se recaude de más con el SER irá destinado a la movilidad ciclista, especialmente dentro de la ZEB. De este modo, se va a poner en marcha un servicio público de alquiler de bicicletas (1.500 bicicletas y 3.000 anclajes), se ampliará la infraestructura existente con el desarrollo de una red de ciclo-calles y ciclo-carriles, y  se creará la denominada M-10 ciclista y el eje ciclista Mayor-Alcalá.

El Plan prevé el uso de tecnologías limpias en el cien por cien de la flota de autobuses de la EMT que presta servicio en la ZEB.  Se sustituirán, para ello, 307 autobuses de biodiésel por otros de Gas Natural Comprimido (GNC) y se instalarán filtros de partículas  y óxidos de nitrógeno en otros 485 autobuses.

Además, se crearán dos líneas de subvenciones, una para cambiar el 25 % de las calderas de gasóleo de más de 10 años y más de 1.000 kw. en la ZEB y otra para energías limpias en los taxis.

Estrella Digital/EP

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