Según refleja el Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de abril, el 51 por ciento de los ciudadanos definen como «más bien un fracaso» el resultado de la última huelga general, frente al 21,4 por ciento que la define como un éxito.
Además, más de la mitad de los encuestados creen «nada probable» que la huelga del pasado 29 de marzo sirva para que Gobierno, sindicatos y empresas lleguen a acuerdos y otro 32 por ciento lo ve «poco probable». Quienes sí confían en su utilidad sólo alcanzan el 7,7 por ciento.
Casi seis de cada diez de los encuestados aseguran que acudieron a su puesto de trabajo el día de huelga o, al menos, lo intentaron aunque finalmente no pudieron hacerlo. Según revelan, no secundaron la convocatoria porque no estaban de acuerdo con la huelga (22%) o porque consideran que las huelgas no sirven para nada (20,2%).
Entre quienes no hicieron huelga también pesó la pérdida de dinero que supone faltar un día al puesto laboral (15,2%) o ser trabajador autónomo (10,2%). Además, un 9,5 por ciento de los preguntados aseguran haber tenido que ir a trabajar por obligación.
Mientras, 28,3 por ciento dicen que secundaron la convocatoria o quisieron hacerlo, de forma mayoritaria por no estar de acuerdo con la reforma laboral (32,8%) o por solidaridad con los trabajadores y «hacer fuerza» (17,4%).
Entre las respuestas dadas, los ciudadanos también argumentan estar de acuerdo con la huelga, intentar solucionar la situación, un rechazo a la política de recortes o como una acción de protesta contra el Gobierno. Además, un 4,9 por ciento dice haber hecho huelga por miedo a los piquetes.
Estrella Digital/EP