domingo, octubre 13, 2024
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El 15M para los partidos o cómo politizar el malestar social

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A estas alturas, nadie pone en duda que el espíritu del 15M sigue vivo. El pasado sábado, unas 80.000 personas (35.000 según el Gobierno) secundaron la convocatoria 12M15M para celebrar el aniversario del movimiento. Tantas voces juntas no se pueden acallar. En eso todo el mundo está de acuerdo. Las discrepancias empiezan cuando los partidos políticos, -tanto de izquierdas como de derechas-, toman la palabra y hacen la radiografía de lo que ha sido este fin de semana. Es entonces cuando se difumina la razón y el origen de un grito que es el más fiel reflejo del enorme malestar que late en la  sociedad española.

Para el PSM, las manifestaciones y la actuación de la Policía Nacional han puesto de manifiesto el «ridículo» de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, y el Ministerio del Interior. Lo que se había anunciado como contundencia a la hora de restablecer la tan manida ‘paz social’ o respetar los horarios comerciales quedó en nada cuando a las diez de la noche, -hora anunciada como tope para la concentración-, los manifestantes seguían en la Puerta del Sol. Alrededor, decenas de furgonetas de la Policía Nacional con sus correspondientes agentes, pero como simples espectadores. Después, en vista de que nadie se movía, el horario se ampló hasta las doce lo que, para los socialistas, fue como la «canción de Sabina», Y nos dieron las diez. O sea, según José Quintana, diputado en la Asamblea de Madrid, una posición «bastante ridícula».

La oposición de Esperanza Aguirre denuncia que Cifuentes tiene una visión «muy partidaria» de la democracia y asegura el PP está «en contra» de cualquier manifestación que no defienda sus ideas. Quintana enumeraba también a los sindicatos o los partidos de izquierdas.

Minutos después, entraba en la sala de prensa de la Asamblea el portavoz de Grupo Popular, Íñigo Henríquez de Luna, quien cree que con el tiempo, el movimiento 15M se «ha radicalizado». Y el mismo verbo utiliza a la hora de hablar de Tomás Gómez, secretario general del PSM y portavoz de la oposición. Con este viraje a la izquierda, dice el ‘popular’ que tanto el movimiento como el socialista se han quedado «solos».

Izquierda Unida ha visto en las 80.000 personas que se contraron el sábado en Sol la «evidencia» del rechazo de la sociedad a las políticas neoliberales y de recortes que se están haciendo para salir de la crisis. Gregorio Gordo, portavoz del grupo, destacaba el carácter «pacífico y el ejemplo de civismo» que se ha visto este fin de semana. Mientras que lamentaba la «represión desproporcionada» de la Policía Nacional cuando desalojó la plaza en la madrugada del sábado al domingo. «Se busca la criminalización», apuntaba.

Unión, Progreso y Democracia, por su parte, hace un balance «satisfactorio» del aniversario del 15M. Luis de Velasco, portavoz de UPyD, cree que es un «síntoma» de que la sociedad está «viva». De que el movimiento mantiene su «impulso» un año después. El problema viene cuando se decide cómo se gestiona la continuidad. Se puede caer en el «cansancio» o siguiendo el sistema democrático vigente, es decir, creando un partido.

Este martes se cumplen 365 días de aquella tarde de sábado en la que el corazón de Madrid se convirtió en la voz de los incorformistas. En la voz de los que piensan que algo no funciona cuando hay cinco millones de parados y los ricos se siguen haciendo más ricos y los pobres son más pobres. Un año después, el grito no se ha dejado de escuchar.

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