Chicago pondrá encima de la mesa tres cuestiones básicas a debatir: Qué capacidades va a aportar cada país a la OTAN, las relaciones con Rusia por el escudo antimisiles y, la más popular, negociar el calendario de salida de Afganistán.
Rusia se siente amenazada por el escudo antimisiles. La OTAN quiere expandir el escudo y Rusia lo ve como un ataque. El conflicto está creando roces parecidos a los de la Guerra Fría entre la Organización y la república semipresidencialista. La segunda acusa a la primera de colocar las bases con motivos agresivos. Para frenar la polémica la OTAN permitió a Rusia unirse en la operación pero el país sólo está dispuesto a entrar a cambio de poder operar ellos el escudo antimisiles.