Maria Antònia Munar, durante lustros topoderosa jefa de filas de la hoy extinta Unió Mallorquina (UM), está desde ayer más cerca de la prisión. En un demoledor escrito de 31 de páginas y cuajado de datos incriminatorios, la Fiscalía Anticorrupción pide para Munar seis años de cárcel por la llamada Operación Maquillaje, bautizada así por el impecable aspecto que definía a la principal acusada del caso. La mujer cuyo partido actuó de bisagra en gobiernos del PP y del PSOE, ha visto cómo un asunto relativamente menor –la compra camuflada de una productora de TV y la subsiguiente adjudicación fraudulenta de 240.000 euros públicos- ha dejado al descubierto las tripas de la maquinaria de UM. El maquillaje se ha resquebrajado. Pero todos los que han seguido el juicio que comenzó el día 14 en Palma y que previsiblemente finalizará el jueves, todos ellos coinciden en que Munar se ha comportado como si el poder y la gloria jamás se hubieran dado a la fuga.
Pero para ‘la Princesa’, y ese era su apelativo en el archipiélago, ya ha comenzado la cuenta atrás hacia una sentencia que los observadores locales barruntan condenatoria. La antaño jefa del Consell de Mallorca y luego presidenta del Parlament balear llega a la recta final del proceso tras haber presenciado cómo el contable de UM destapaba el lunes la existencia de cajas B. Con dinero negro controlado, según su testimonio, por la propia Munar. Y, sobre todo, ha presenciado cómo su más fiel escudero y exvicepresidente del Consell mallorquín, Miquel Nadal, delataba sus manejos a cambio de reducir a 2,7 años la condena solicitada para él mismo por la Fiscalía. Nada de lo anterior ha hecho mella aparente en su ánimo. La política que más provecho ha sacado en España a un exiguo puñado de votos –tres escaños de 59 en las autonómicas de 2003 y en las de 2007- aún sostiene que la acusación al completo es una sarta de mentiras.
En su escrito de conclusiones, la Fiscalía detalla cómo Munar y Nadal decidieron en 2004 hacerse con el control de la productora Vídeo U, a la que luego subvencionaron con 240.000 euros desde el Consell de Mallorca, entonces presidido por la exlíder de UM. “Para dicha adquisición –relata el escrito- decidieron utilizar fondos del partido Unió Mallorquina, puesto que buscaban el control sobre un medio de comunicación”. ¿Para qué? “Para favorecer –sostiene Anticorrupción- los intereses del partido político que presidía Maria Antònia Munar y del que era responsable destacado Miquel Nadal”. Comprar el 50% de los títulos de Vídeo U costó 300.000 euros pagados en metálico. La adquisición, y así lo remacha la Fiscalía, se hizo mediante testaferros.