A pesar de la huelga y el plantón de los rectores, José Ignacio Wert ha afirmado que está «abierto al diálogo» y que está dispuesto a introducir las propuestas de mejora necesarias en el Real Decreto de racionalización del gasto público educativo que contempla, entre otras cuestiones, el aumento de las tasas universitarias.
Pero su predisposición ha sido inservible porque las críticas han sido duras por parte de todos los grupos parlamentarios.
La Portavoz de Universidades del PSOE en el Congreso, Angelina Costa, ha denunciado «su negativa a debatir sobre el incremento de tasas y demás recortes que afectarán a las universidades españolas». Wert, con tranquilidad, ha negado la declaración de Costa y ha recordado que él se encontraba en la sala de reunión de Consejo de Universidades preparado para debatir con los rectores y que «fueron ellos los que no se presentaron».
Costa ha vuelto a insistir y ha acusado al ministro de generar «incertidumbre, inseguridad y desconcierto en la Universidad porque ha cambiado las reglas del juego a mitad del partido». Además, ha tildado de «linchamiento» la situación que sufren las Universidades españolas y considera que «eso se llama soberbia y prepotencia».
Pero no ha sido la única, el representante de UPyD ha aseverado que Wert «es incapaz de hablar y de consensuar» y que además «pasará a la historia por ejercer los mayores recortes en educación».
Sin embargo, el ministro apenas ha entrado en discusión con los representantes de los grupos parlamentarios. Ha permanecido frío y se ha limitado a responder de forma escueta y sencilla. Pero aunque se ha mostrado al margen, no ha dudado en denunciar de forma irónica las numerosas críticas de sus oponentes y se ha referido a ellas como una «catarata de elogios».
Para concluir, Wert ha asegurado que su Gobierno ha hecho todos los esfuerzos para que el diálogo se restablezca y se va a celebrar un Consejo extraordinario en las próximas semanas en el que estará «encantado» de debatir con todos los rectores el contenido del real decreto.