La investigación sobre las adjudicaciones de la Generalitat valenciana a la trama Gürtel dio ayer un doble salto: mientras el exjefe técnico de Canal 9, Luis Sabater, confesaba en la Audiencia Nacional que el contrato para la sonorización de la visita del Papa a Valencia (7,4 millones) fue amañado por orden de la dirección de la cadena, la Policía destripaba en Valencia ordenadores en la sede de la Agencia Valenciana de Turismo. El objetivo, encontrar documentos sobre otro gran presunto amaño, el de los stands de Fitur, que reportaron a la red corrupta más de siete millones entre 2005 y 2009.
Ordenado por el juez del Tribunal Superior valenciano que investiga la supuesta financiación ilegal del PP, Francisco José Ceres, el rastreo informático perseguía verificar si el pliego de condiciones para el stand de Fitur en 2005 fue elaborado por la Conselleria de Turismo o si, como sugieren documentos incautados a la trama, fue el equipo de Francisco Correa y Álvaro Pérez el que redactó un pliego que la Generalitat se limitó luego a retocar.
La Policía tenía el encargo de analizar los archivos informáticos relativos al citado pliego así como los e-mails vinculados. En principio, los agentes debían revisar el ordenador de una sola funcionaria, pero el magistrado les autorizó a entrar en otros si el hilo de los correos electrónicos conducía a ellos. O a precintarlos y llevárselos si sus usuarios les denegaban el acceso informático.
El porqué del registro se resume así: la funcionaria cuyo ordenador centró ayer las pesquisas aportó días atrás en formato digital un borrador del pliego y otro archivo que contenía el resumen de las condiciones técnicas. Pero el borrador había sufrido nada menos que 14 revisiones. El juez quiere saber si los cambios obedecían a un pacto previo con la trama.