Mucha gente empieza a preguntarse en España qué es eso del rescate y por qué se le tiene tanto miedo. Y debe ser mucho porque Rajoy no quiere ni oír hablar de ello y Zapatero, según El Mundo, también hizo lo mismo en su momento cuando se lo pidió Angela Merkel.
Pero ¿por qué ningún líder español quiere saber nada del rescate?, ¿por qué le tienen tanto miedo? Si estamos tan mal y el rescate nos arreglaría el cuerpo, ¿por qué no dejamos que nos rescaten?
Cuando nos duele una muela, lo normal es que nos la quiten. Y la crisis empieza a ser en España mucho peor que un dolor de muelas.
Hay quien dice que el rescate, simplemente, significa pérdida de independencia. Europa nos presta dinero a cambio de soberanía. Y si es así, ¿qué problema hay para aceptarlo? Ya no estamos en 1808.
Si en Europa ya mandamos menos que el cabo de los municipales de mi pueblo ¿qué inconveniente hay en mandar un poco menos aún, si los europeos nos sacan de la crisis y vuelve a haber trabajo en España? Dame pan y llámame tonto.
Me temo que, al final, esto del rescate, como casi todo, va a ser un problema personal de algunos políticos para seguir estando en el machito.
De todas maneras, ‘nihil violentum durabile’, que dirían los clásicos. Como nada de lo que es violento es duradero y esta crisis empieza a ser ya muy violenta, el rescate no tardará en llevarse a cabo. Es más, algún político discrepante empieza a decir en voz alta que el rescate no es ningún Apocalipsis.
A fin de cuenta, el rescate en España siempre fue un simple juego de niños.
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