El hasta ahora presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Dívar ha justificado antes los vocales del órgano de Gobierno de los jueces su decisión de dimitir asegurando que, en su opinión, su salida del cargo «es lo mejor para la carrera judicial y la sociedad». «Lo importante son las instituciones, no las personas», ha sido una de las frases empleadas en su discurso, según fuentes cercanas al órgano.
Dívar ha comunicado además su «dolor» por la imagen que los acontecimientos que han motivado su renuncia ha provocado y por el daño que esta situación haya podido causar a todos los magistrados y jueces de este país.
Así lo ha desvelado el vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa, en una rueda de prensa ofrecida tras la celebración del Pleno Extraordinario celebrado para estudiar la dimisión de Dívar. De Rosa ha agregado que todos los vocales del órgano han trasladado por unanimidad al hasta hoy presidente su «reconocimiento» por el trabajo realizado en los últimos tres años y medio.
Ha concretado, además, que Dívar ha comunicado a los vocales que dejará de presidir a partir de este jueves todas las comisiones o reuniones del CGPJ que puedan celebrarse. El abandono del cargo no se hará afectivo hasta que se produzca una comunicación oficial al MInisterio de Justicia y a la Casa de su Majestad el Rey y la renuncia sea publicada en el Boletín Oficial del Estado.
De Rosa ha precisado, además, que no ha sido necesario proceder a una votación de los vocales sobre la salida de Dívar dado que la decisión ha partido de él mismo. «El presidente ha manifestado su renuncia y eso es lo que ha sucedido», ha especificado De Rosa.
El vicepresidente, que ha asegurado desconocer cual va a ser la trayectoria vital de Dívar a partir de este momento y ha indicado que el reconocimiento de los vocales hacia su persona se ha hecho extensivo a toda su carrera judicial, desarrollada durante 43 años.
«Estoy convencido de que todos hemos tenido sensaciones agridulces en muchas ocasiones en los últimos días, intensas en nuestros sentimientos. Somos conscientes de que se ha dañado la imagen de la institución», ha indicado De Rosa que ha añadido que valora «mucho» la unidad de los últimos años.
Seguir trabajando
«Vamos a seguir trabajando con el ánimo de que los ciudadanos confíen en esta institución y cumplamos nuestro deber el tiempo que nos quede», ha agregado el vicepresidente que ha explicado que en los próximos días sustituirá en funciones a Dívar como presidente mientras que en el Tribunal Supremo funcionará el mecanismo oportuno y se nombrará al hasta ahora presidente de la Sala de lo Civil, Juan Antonio Xiol Ríos.
«Aunque habrá una entirinidad en ambas casas, queremos transmitir que no hará interinidad en el trabajo que vamos a realizar, vamos a seguir trabajando, la carrera judicial y los ciudadanos tienen que saber que vamos a seguir trabajando de una forma intensa», ha expuesto De Rosa.
El vicepresidente ha concretado que el principal objetivo del órgano de Gobierno de los jueces es «normalizar la situación» para que «en el plazo que se estime oportuno podamos designar un nuevo presidente». Además, De Rosa ha precisado que el próximo dia 28 el CGPJ ya sin Dívar celebrará un Pleno para presentar un Plan de Transparencia en el que se estudiará el documento que ya prepara al respecto la comisión presupuestaria.
De instructor a presidente
Carlos Dívar, que cumplirá 71 años el próximo mes de diciembre, comenzó su carrera jurídica ejerciendo como magistrado en distintas localidades como Castuera, Durango, Orgaz y San Sebastián. En 1980 fue nombrado titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, donde fue designado como presidente 21 años después, en 2001.
Dívar mantuvo este cargo hasta su nombramiento como presidente del Tribunal Supremo y del órgano de Gobierno de los jueces en septiembre de 2008, puesto para el que fue elegido por unanimidad por los veinte vocales del CGPJ.
Propuesto por el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, su figura fue calificada en una declaración institucional avalada por los vocales como la «persona idónea para generar confianza y consenso en el órgano de gobierno de los jueces».
Los vocales destacaron en aquel momento los méritos y cualidades que concurrían en su persona, especialmente su condición de jurista de Estado y su idoneidad para presidir el Tribunal Supremo y el órgano de gobierno del Poder Judicial para que éstos tuvieran «eficacia» y gozaran «del prestigio y de la credibilidad necesarios entre los ciudadanos».
También resaltaron la capacidad de diálogo y la trayectoria profesional «impecable» de Dívar durante sus casi 40 años de ejercicio, caracterizados por su «independencia, prudencia, discreción y preparación técnica», entre otros muchos elogios.
El hasta ahora presidente del Supremo sufrió en la Nochebuena de 2003 un intento de atentado de la banda terrorista ETA que planeó acabar con su vida durante su desplazamiento diario desde su domicilio hasta la Audiencia Nacional. La acción fracasó debido a que su comitiva empleó aquel día un trayecto diferente al habitual. Dívar atribuyó su salvación «a la intercesión de la Virgen de Fátima».
Redacción