Hasta 5.444 millones de euros podría ahorrar al año la Ley Antitabaco aprobada por el Gobierno de Zapatero. Así lo afirmaba en marzo de 2010 la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Sin embargo, en mitad de los recortes sanitarios propiciados por la crisis –Madrid aprueba este martes pagar por la vacuna del neumococo, el cambio de sexo y los tratamientos para dejar de fumar, a la par que cierra los ambulatorios de Aranjuez, Arganda y Alcobendas- el Gobierno de Aguirre considera que la normativa antitabaco «es absurda».
Aunque puestos a reducir al absurdo, más absurdo parece eliminar una ley que además de suponer un ahorro en las arcas del Estado en un año en el que todo son recortes en el Estado de Bienestar, salva 7.632 vidas anuales, según el informe del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo. Hay cinco enfermedades clave para lar arcas estatales relacionadas con el tabaquismo; EPOC, asma, cáncer de pulmón, la enfermedad cerebrovascular y enfermedad coronaria. Y la reducción del consumo de este vicio supone la reducción de tratamientos y con estos, el gasto sanitario.
Pero cuando se trata de hacer negocio, ni la muerte lo para. Y, si bien es cierto que el Gobierno de Esperanza Aguirre nunca se ha posicionado a favor de esta normativa aprobada durante el ejecutivo socialista, también es de merecer reconocer que los datos son gratificantes por mucho más importante que le pueda parecer facilitar al magnate de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson, instalar aquí Eurovegas.
Aguirre, junto a todo su equipo, hace la guerra por su lado y clava la bandera pro-tabaco. Este mismo martes la Asamblea madrileña aprueba que los ciudadanos paguen por los tratamientos para dejar de fumar. Medidas asistenciales subvencionadas hasta el día de hoy que pueden evitar hasta 132 muertes al año.
El vicepresidente del Gobierno, Ignacio González, tiene como costumbre equiparar Madrid con otras grandes ciudades del mundo cuando le interesa. Sobre todo a la hora de subir tarifas, sin embargo no mira mucho para Europa cuando se refiere a tabaco. La prohibición de fumar en espacios cerrados, bares, restaurantes y en el lugar de trabajo consiguió reducir en Europa entre un 10 y un 20% los infartos entre los jóvenes y los fumadores pasivos, y un 9,6% los ingresos hospitalarios por angina de pecho. «Si el tabaco es absolutamente negativo, hay que prohibirlo, pero no se puede estar en misa y replicando. Se comercializa, pero no se puede consumir y sí pagar impuestos. Es absurdo«, decía el pasado jueves el vicepresidente de Madrid preguntado sobre el tema.
La Comunidad entra en una lucha bipolarizada de intereses, por un lado, reducir en Sanidad a través de recortes y por otro, aumentar el gasto en la misma con la abolición de la ley antitabaco para poder cumplir con los intereses del señor Adelson.
Eva Díaz