Las palabras de Elena Valenciano, número dos de Rubalcaba, sobre la «cuevita» de la izquierda en la que se ha instalado Tomás Gómez para «curar las heridas» electorales avivan el fuego de la contienda y el exalcalde de Parla no está por la labor de echarle agua.
El secretario general del PSM está «preocupado» por que los españoles «tengan que mirar a la derecha» para encontrar al PSOE. El socialista pone como ejemplo a François Hollande que ya ha anunciado algunas de sus medidas como presidente de Francia. Una de ellas, mencionada por Gómez, es la de subir los impuestos a los más ricos. Para el líder madrileño, decisiones como ésta son las «adecuadas» porque «indican que hay un camino diferente para salir de la crisis a la que se impone desde la derecha».
Éste es sólo un capítulo más de la novela bélica que se escribe entre los muros de la calle Ferraz y la plaza de Callao. Tú me atacas y yo me defiendo atacándote. Y prueba de ello es el aviso de Tomás Gómez a la Ejecutiva Federal: «Nunca unas elecciones se han ganado con posiciones timoratas». Un minuto antes de pronunciar estas palabras, Gómez enumeraba a los presidentes socialistas: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes se hicieron con el poder defendiendo políticas claramente socialdemócratas. Lo curioso es que, a renglón seguido, aseguraba que Rubalcaba «también lo hará».
Con esta guerra fría, no es de extrañar que Tomás Gómez no sepa si lo que dijo la vicesecretaria general del PSOE en los micrófonos de Radio Nacional sea «un desliz» o una «posición ideológica».
De cara a la galería, a veces quieren mostrar un acercamiento, como la semana pasada, cuando Rubalcaba era el invitado al desayuno de Fórum Europa y Gómez asistió a pesar de todo. Lo que está claro es que la batalla sigue. ¿Quién será el próximo en disparar?
Cristina Rodríguez