«Arranca una semana importante para el país». Con estas palabras, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha comenzado su intervención habitual de los lunes en el número 13 de la calle Génova. Las presiones procedentes desde Bruselas, la desconfianza que continúa imperando en los mercados y la poca fe que tienen algunas instituciones europeas en que España cumpla finalmente con el objetivo de déficit pactado para 2012, han obligado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a presentar «nuevos ajustes», que con toda probabilidad se aprobarán en el Consejo de Ministros de este viernes y que es posible que Rajoy adelante este miércoles en el Congreso de los Diputados, durante su intervención para explicar las conclusiones del último Consejo Europeo.
Por el momento no hay nada confirmado, pero los rumores sobre algunas de las medidas previstas anunciar esta semana cada vez toman más fuerza. Éste es el caso de la impopular subida del IVA, y que el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, ya ha reconocido este lunes en el curso de verano organizado por la Universidad Complutense en el que ha participado. Según Montoro, «estamos en un tránsito hacia una fiscalidad menor para el trabajo y mayor en el ámbito indirecto», y ha añadido que «si el IVA lo pagaran más quienes lo tienen que pagar no habría que subirlo tanto». «Imposible que lo diga más claro», ha concluido.
De Cospedal, por su parte, no ha querido ser tan explícita, aunque sí ha defendido la propuesta como si ya estuviera aprobada. Tal y como ha explicado la secretaria general, «España tiene un compromiso que cumplir». En este sentido, la ‘popular’ tiene claro cuál es el contexto en el que se encuentra el país y lo necesario para «recuperar la credibilidad y la confianza en los mercados, y de esa manera generar empleo». Según De Cospedal, el Gobierno español seguirá haciendo reformas y tomando decisiones, y por supuesto, «contará con el total apoyo del PP».
Hace dos años, cuando Zapatero anunció que iba a subir este impuesto, el Partido Popular se opuso radicalmente; pero ahora el contexto es otro. En estos términos se ha manifestado De Cospedal, que ha asegurado que el PP va a apoyar todas las reformas que presente el Gobierno para salir de la crisis. «Efectivamente estuvimos en contra entonces, porque no se hizo ningún ejercicio de ahorro y austeridad antes. Pero la situación actual, heredada del anterior Gobierno, ha obligado a hacer a este Ejecutivo muchas cosas que no nos gusta y que no hubiéramos hecho en circunstancias diferentes», ha reconocido la ‘popular’.
Supresión de empresas públicas
En otro orden de cosas, el PP también ha adelantado su apoyo al importante recorte de empleos públicos que el Ejecutivo tiene pensado acometer en la próxima gran reforma de la administración pública. Según la ‘popular’, el Estado no es una «empresa de colocación», sino que la «obligación del Gobierno es ayudar a aquellos que crean empleo a que lo hagan». En este contexto se ha referido a las empresas privadas, a las que según la ‘popular’, son a las que hay que facilitar las condiciones más «ventajosas» para que generen empleo.
Tal y como ha expuesto la ‘número dos’ de los ‘populares’, no es «normal» que en España haya 8.100 municipios (con 5.000 habitantes por municipio de media), cuando en otros países semejante a España esta media «se duplica o se triplica». Según ha denunciado el PP, actualmente muchas administraciones locales están ejerciendo competencias sin financiación. «No es normal que en los últimos diez años se haya elevado un 20% el número de empleados públicos», ha insistido De Cospedal, que aunque finalmente no lo ha confirmado, podría ser la cifra que el Gobierno baraja reducir con la próxima reforma que aprobará este viernes el Consejo de Ministros.