Algunos propietarios no sólo estafan a Hacienda al no declarar que alquilan su vivienda durante los meses de verano, sino que también estafan al consumidor, ofreciéndole un piso que luego es un garaje o cobrándole el precio de la vivienda completa aunque después se encuentren estancias cerradas con llave.
La subida del IVA (del 18 al 21%) produce más miedo entre los hoteleros que la competencia desleal
Rocío Algeciras, del Gabinete Jurídico de FACUA, alerta de los intentos de estafa a través de anuncios clasificados en páginas webs donde se ofertan pisos en alquiler que «proliferan especialmente» al aproximarse las vacaciones de verano. «Siempre aconsejamos a los consumidores de este tipo de alquileres que intenten cerrar un contrato con el máximo detalle sobre el arrendamiento y si pueden, que visiten el piso antes de formalizar el trámite». El problema es que muchas de las personas que alquilan su vivienda son propietarios privados que, ni declaran el alquiler a Hacienda y por consiguiente, ni hacen contrato. Este nuevo mercado crece con la crisis. Los privados ofrecen su casa por habitaciones o completa, a un precio inferior que las inmobiliarias y los hoteleros –puesto que no piden comisión y no ofrecen servicio de limpieza, lavandería, etc.- haciendo competencia directa (e ilegal) al servicio hostelero. Son las trampas de la crisis, pero a estas alturas de la película, Martí Sabría, gerente de la asociación de hoteleros de la Costa Brava, le da la vuelta a la tortilla y reconoce que la poca capacidad adquisitiva de los españoles les puede beneficiar a ellos: «Los alquileres vacacionales constituyen el 70% del total de la capacidad receptiva de la Costa Brava, pero el acortamiento de las estancias les puede perjudicar por la precariedad económica beneficia los hoteleros». Para pocos días, como un fin de semana, la mayoría de las personas escoge una habitación de hotel que un apartamento.
Miedo a la subida del IVA
Sin embargo la reciente subida del IVA (del 18 al 21%) produce más miedo entre los hoteleros por cómo afectará a las reservas que la competencia ilegal, tal y como reconocen desde la Asociación de Hoteleros de Costa Blanca y Costa del Sol. Esta subida del IVA no tiene por qué repercutir en los alquileres privados. «Los pisos suelen tener precios muy sugerentes», comenta Rocío Algeciras desde FACUA. El problema llega cuando, los supuestos dueños, piden una cantidad por adelantado y además argumentan que les es imposible enseñarlo porque están fuera de la provincia o incluso de España. Desde FACUA recomiendan «no efectuar el pago antes de ver la vivienda para comprobar que cumple lo prometido».
Las recomendaciones están para seguirlas y las asociaciones de consumidores más importantes del país coinciden en estas antes de alquilar una vivienda para las días de descanso:
No pagar nada por adelantado, como mucho una señal para la reserva. Desconfiar de los «chollos», grandes inmuebles a precios muy reducidos sin motivo aparente, pueden esconder alguna tara o problema no reflejado en la publicidad. Si el propietario está en el extranjero y requiere que se le realice el ingreso por medio de una empresa de pago, hay que pedir garantías. Siempre debe existir un contrato por escrito, en el que se determinen las condiciones del alquiler y la duración del mismo.
Es importante denunciar la estafa. Si al llegar nos encontramos que ese magnífico piso con vistas al mar, se ha convertido en un apartamento interior que no cumple lo prometido, sería recomendable haber guardado el anuncio para reclamar la estafa.
«No se parece en nada al del anuncio, está sucio, viejo y en ocasiones los electrodomésticos estropeados y el dueño se niega a cambiarlos»
En ocasiones el anunciante no es el propietario del alojamiento pero gestiona el alquiler del mismo. Si se trata de una agencia solicítales sus datos completos (dirección, teléfono fijo, sitio Web, etc.) y si se trata de un particular reclama garantías. Finalmente, hay que desconfiar de los propietarios que nunca es posible contactar por teléfono o se niegan a dar un teléfono fijo.
A pesar de estas recomendaciones aún hay muchos clientes que continúan aceptando alquileres sin contrato y quedan desprotegidos a la hora de reclamar.
«Alquilan el garaje como si fuera un piso»
Es el caso de María Jesús Heredero, ama de casa de 52 años madrileña y consumidora habitual de alquileres vacacionales, que relata a Estrella Digital cómo «hay propietarios que alquilan el garaje como si fuera un piso y no te das cuenta del engaño hasta que llegas al lugar de vacaciones».
Heredero lleva 10 años optando por el alquiler de pisos para las vacaciones de su familia y casi todos los años se ha encontrado con alguna sorpresa: «No se parece en nada al del anuncio, está sucio, viejo y en ocasiones los electrodomésticos estropeados y el dueño se niega a cambiarlos».
Otra de las prácticas más habituales en la costa valenciana es alquilar un chalet por un precio y que, cuando el inquilino llega, se encuentra con parte de las habitaciones cerradas a pesar de haber pagado el total del alquiler. María Jesús Heredo asegura además que piden fianzas que luego devuelven a regañadientes por casas que están en un estado de conservación discutible: «Además un precio por la supuesta limpieza al entrar en la casa y al dejarla, pagos de una cuota por tener una plaza de garaje que luego no es real, ya que son zonas para aparcar pero donde nadie tiene plaza fija si llegas a tiempo coges una sino, no», denuncia Heredero.
Javier Escandón, ingeniero madrileño de 61 años, también ha tenido problemas con sus alquileres vacacionales: «Casas que están muy lejos de la playa, y no a 100 metros como rezaba el anuncio, electrodomésticos estropeados, muebles rotos que luego dicen que has roto tú, fianzas no devueltas o accesos al apartamento por donde es imposible que pase un coche. Por no hablar de los pisos que son parte de una casa y no independientes, a los que se entra por la puerta corredera de la terraza por que no tienen puerta propia». Unas malas experiencia que aguan los únicos días de descanso al año y, por lo que Escandón decidió comprarse su propia casa de vacaciones. «Me olvido de lidiar con los dueños y las agencias».
Itziar de la Fuente