La defensa de José Bretón, el padre de los dos niños desaparecidos en Córdoba hace ya nueve meses, ha presentado este viernes un nuevo escrito demandando la puesta en libertad de su cliente, avalada, además, por «el contrainforme», que igualmente ha presentado ante el juzgado cordobés que instruye el procedimiento abierto contra Bretón.
Así lo han dicho a Europa Press fuentes de la defensa de Bretón, que ejerce el letrado José María Sánchez de Puerta, quien ya avisó previamente que esa sería su estrategia sí, como ocurrió el pasado viernes 6 de julio, concluía de forma definitiva y sin ningún resultado la búsqueda de pistas de los dos menores en la finca de sus abuelos paternos en Las Quemadillas, en la capital cordobesa.
En consecuencia, el abogado de Bretón ha presentado la petición de libertad para su cliente, junto con el contrainforme a la prueba de la Universidad de Valencia que avala «al 98 por ciento» que los niños no llegaron al Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre de 2011, si bien la prueba de la defensa resuelve que dicho porcentaje es «totalmente erróneo» y, por tanto, no puede cuestionarse la versión de Bretón de que perdió a sus hijos, Ruth y José, en el citado parque.
Ello conllevaría, caso de aceptar los argumentos de la defensa el titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Córdoba, que Bretón recuperaría la libertad que perdió hace más de ocho meses, cuando el juez José Luis Rodríguez Laín decretó el pasado 21 de octubre su ingreso en prisión, por su presunta implicación en los delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y de simulación de delito.
Sin embargo, el juzgado cordobés ya rechazó con anterioridad una anterior petición de libertad para Bretón y, además, dictó un auto para su procesamiento, por los delitos ya mencionados, a expensas de la práctica de nuevas pruebas, como las que ahora han concluido definitivamente en la finca de Las Quemadillas, que ha sido objeto de reiterados registros, al igual que parcelas anexas, con la intervención de la Policía Nacional y de muy diversos profesionales, empleando distintos métodos, instrumentos, vehículos y maquinaria en diferentes momentos durante los últimos meses, y siempre sin resultado.
Bretón y los niños
Cabe destacar que, según recoge el mencionado auto de procesamiento de Bretón, esté llegó a las 13,46 a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, en opinión del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.
El juez relata que «si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total».
A pesar de la falta de resultados en el registro, la opción de la finca familiar y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, donde afirma que perdió a sus hijos, según razona el togado en su escrito.