Marcos García Montes, abogado del empresario José María Ruiz-Mateos, ha subrayado que si no se hubiera producido «todo este despropósito» de la detención de su cliente y su posterior puesta en libertad, el jerezano se hubiese desplazado este jueves a Palma para prestar declaración ante la jueza que investiga una presunta estafa de 13,9 millones de euros en la compraventa de un hotel de Mallorca.
En declaraciones a los medios a las puertas de los Juzgados, el letrado ha aseverado de hecho que ya tenía preparada la declaración de Ruiz-Mateos, cuya intención era viajar esta madrugada a la capital balear, «por supuesto, con un billete de avión de compañía ‘low cost'», para comparecer ante la magistrada.
«Hubiera sido un poco fuerte que tras ser puesto en libertad hubiera dormido sólo tres horas y se hubiese levantado para venir. Es una persona mayor», ha manifestado García Montes, quien ha señalado así que el fundador de Nueva Rumasa se encuentra en cama esperando a que llegue un médico, ya que «está fastidiado por lo que sucedió ayer».
Así las cosas, el abogado se ha desplazado hasta las dependencias judiciales de la capital balear para poner en conocimiento de la jueza el estado de salud de su patrocinado. «Le he recomendado que fuera a urgencias pero ha preferido quedarse en la cama esperando a un médico. Su familia ha intentado contactar con todos los médicos de cabecera de Madrid y finalmente uno de ellos está llegando ya a su casa», ha recalcado el letrado.
El abogado ha continuado justificando la ausencia de Ruiz-Mateos, quien, según ha aseverado, «tiene enfermedades y está medicado», a lo que se le suma el hecho de que fuese anoche puesto en libertad mediante un auto que «ni siquiera esta mañana tenía notificado», de forma que el empresario gaditano no estaba en condiciones de coger un vuelo hasta Palma «tras la vorágine» del miércoles.