Los primeros síntomas del golpe de calor, un síndrome que ha causado hoy la muerte de un hombre en Murcia, pueden pasar desapercibidos para la persona que los está sufriendo o también ser minusvalorados o atribuidos a otra causa.
Así lo ha advertido hoy el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Tomás Toranzo, quien ha subrayado esos síntomas iniciales para que puedan ser identificados desde el comienzo: cansancio, dolor de cabeza, mareo, náuseas y vómitos, inestabilidad, enrojecimiento, sequedad de la piel y calambres, entre otros.
Un síndrome al que, según explica el doctor, son más vulnerables niños y personas mayores, aunque también los pueden sufrir adultos con patologías previas o personas que haciendo ejercicio «se someten a una fuente de calor excesiva y no perciben los síntomas iniciales».
El golpe de calor tiene una «secuencia de presentación», pero a veces esos síntomas, según el especialista, «son minusvalorados o se atribuyen a otras cosas, con lo que, «si no se sospecha y al no tratarse, se puede llegar a un cuadro agudo y grave».
Esta situación, si no se controla a tiempo, puede desembocar en la pérdida de la conciencia, en un colapso cardiorrespiratorio y al final en la muerte.
Cuando aparecen los primeros síntomas, lo fundamental es bajar la temperatura del cuerpo y para ello hay que situar a la persona en un lugar fresco, a la sombra y donde corra el aire, refrescar su piel con compresas, darle masajes para estimular la circulación cutánea, , hacerle beber agua y despojarla de la ropa.
Todo ello para que se produzca una pérdida de calor en su cuerpo, que si presenta una temperatura superior a los cuarenta grados es aconsejable bañarlo con agua fría hasta que baje algunos grados.
«Si el golpe de calor va en progresión y se produce una cascada de acontecimientos, hay que acudir a los servicios de urgencia», aconseja el doctor.
Para prevenir el golpe de calor, los médicos de urgencia aconsejan evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y por tanto no hacer ejercicio en ese periodo, aunque uno considere que «esté entrenado, porque es un riesgo».
Hay que hidratarse muy bien, beber bastante agua y sobre todo hacerlo en las zonas calurosas con altas temperaturas y donde la humedad ambiental también es elevada. En las zonas más secas, el organismo tiene más facilidad para perder el exceso de calor.
Atención también a los fármacos que se toman porque algunos pueden alterar la adaptación del cuerpo al calor.
Lo mismo que las drogas como anfetaminas y cocaína, además del alcoholismo crónico, que son elementos que pueden empeorar las consecuencias del calor.