El debate de la región de Madrid comienza con los esperados reproches al discurso de la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Ramón Marcos Allo, diputado de Asamblea de Madrid del Grupo UPyD, ha sido el primero en intervenir criticando el recorte de las ayudas de comedor, la subida de precios y el cobro por el uso del ‘tupper’: “No es una justa distribución de los costes. Comer en el colegio es donde hay que gastarse el dinero en la crisis”. Marcos Allo ha recordado que fue durante la época de crisis de Gran Bretaña que Margaret Thatcher decidió dar leche a los niños en los colegios.
UPyD también ha reprochado a la Comunidad de Madrid que no asuma ninguna responsabilidad de situación de la situación de Caja Madrid. Aguirre, en su replica a Marcos Allo culpa en su lugar al Banco de España de haber autorizado la fusión de la Caja: “Si el Gobierno del Banco de España hubiera hecho bien su trabajo y nos hubiera avisado de la situación de la Caja, no hubiéramos autorizado la fusión”, ha dicho la presidenta.
Un argumento que de nada le ha servido al diputado de UPyD que en su segundo turno de palabra ha exigido a la Comunidad de Madrid responsabilidad sobre la Caja: “Han hecho un agujero brutal y después han socializado las pérdidas. Las pagan los contribuyentes. Y aún no he visto a nadie en la cárcel, ni han devuelto el dinero”.
Acabar con la duplicidad de la Administración
El diputado de UPyD ha evidenciado que este martes no escuchó ninguna medida de la líder de la región para arreglar los fallos institucionales. Marcos Allo ve prescindible la necesidad de acabar con las duplicidades entre Comunidad y Ayuntamiento: “A veces hay un servicio y a dos paradas de metro te encuentras el mismo, eso supone un gasto de dinero para la administración”.
Allo, muy centrado en el inicio de su discurso en la Administración, ha pedido a la presidenta una norma para profesionalizar las instituciones: “La mayoría de los directores generales de Madrid son miembros del PP”, critica. Y también ha exigido una serie de recortes autonómicos que pasan por menos consejerías, menos personas de confianza en ellas y un solo coche oficial en la Comunidad, para la presidenta de Madrid.